Lucas Ameriso
Una locomotora de la línea general Belgrano descarriló ayer por la mañana a la altura de avenida Perón y Felipe Moré cuando en su marcha se topó con tres trozos gruesos de madera que fueron colocados intencionalmente en las vías del ferrocarril. "No es la primera vez que esto ocurre y muchos pasamos por esta zona con miedo a que nos tiren piedrazos o que nos roben", detalló el maquinista, quien trasladaba medio centenar de vagones rumbo a Tucumán. El incidente ocurrió pasadas las 9 y provocó un embotellamiento en el paso a nivel ubicado a pocos metros de Villa Banana, situación que recién quedó normalizada hacia las 11.30.
El servicio ferroviario que había partido muy temprano desde Capital Federal trasladaba varios vagones con containers vacíos, mientras que en el resto, se transportaban caños de grueso diámetro con destino al noroeste del país.
Según relató el maquinista de la locomotora siniestrada, "siempre que se llega a la ciudad, se aminora la marcha pero esta vez fue imposible advertir la presencia de los troncos de madera que se habían puesto transversales a las vías".
La larga hilera de vagones enganchados quedaron varados justo en la mitad del paso vehicular ubicado en Felipe Moré y avenida Perón (ex Godoy), y motivó el caos y la ira de los automovilistas que debían trasponer el paso ferroviario con rumbo a la zona oeste y quienes se desplazaban en sentido contrario.
Al lugar acudió un brigada de agentes municipales, que descongestionó parcialmente el tránsito derivando los coches por varias arterias laterales.
"Se rompió parte del paragolpe delantero y hubo algunos desperfectos en parte del motor de la máquina", detalló un mecánico de la empresa General Belgrano, mientras removía uno de los tres troncos que se retiraron de las vías.
A su lado, el maquinista apuntó: "Esta no es la primera vez que ocurre. Hasta incluso otros compañeros han tenido problemas en la visión por los piedrazos que se reciben cuando se atraviesa una villa. En este caso creo que quisieron frenar el tren para ver si en la carga había algo interesante, pero venía casi vacío y sólo con unos caños. Una vez hasta una heladera vieja pusieron para que frenemos".
Además los robos al personal están a la orden del día. "No nos salvamos ni los maquinistas -dijo la víctima del siniestro-. Te frenan con algún obstáculo y te piden la plata y el bolso", relató, aún nervioso con el percance.
Una vez que la cuadrilla de operarios pertenecientes a la empresa General Belgrano retiraron troncos, piedras y tierra del lugar, el tránsito se reanudó hacia las 11.30.
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La Ciudad
