-¿Por qué decidiste disolver la Zimbabwe para iniciar una carrera como solista?
-En el 98 la Zimbabwe estaba en un proceso de desintegración, por problemas internos, de desgaste. Para algunos integrantes la banda dejó de ser prioridad, pero yo seguía componiendo. Como la música y la letras de los temas eran mías, en el 99 empecé a trabajar en mi disco solista.
-¿Todavía te asocian con el grupo?
-Sí, eso es lógico, además esa es mi carta de presentación ante el público. Yo estoy orgulloso de todo lo que hice con la banda. Mi carrera no existiría sin el grupo.
-¿Sentís el peso de ser solista, de no estar amparado en una banda?
-No, para nada. Al contrario, ahora me siento aliviado. Me siento más libre, incluso musicalmente, porque en la Zimbabwe estaba atado a la historia reggae de la banda.
-¿Te cansaste del reggae?
-Es imposible que me canse del reggae. Para mí el reggae es como un acto reflejo, es como levantarme para ir al baño. Pero a veces uno tiene necesidad de salir y de buscar cosas nuevas, y eso es lo que hice en mi disco "Noches alegres".
-¿Querías hacer un disco bailable?
-La intención era juntar los temas que hice en los últimos cuatro años. En el disco hay muchos ritmos que tienen que ver con el reggae. Las bases son reggae, y después las fui vistiendo con otros estilos. "Mina brava", por ejemplo, es un tango-reggae. En "Naufragio" también hay algo de bossa nova.
-Cuando componés, ¿te das cuenta cuál va a ser el hit?
-No, aunque tengo cierto olfato. Con "Traición a la mejicana" tuve una intuición. Cuando estábamos grabando yo le señalé a Pablo Guyot (el productor) ese tema. Y también "Loco de atar", que él no quería incluir en el álbum. Ahora le tengo fe a este disco, que es variado y a la vez conceptual, y creo que el próximo corte, "El último beso", puede ser un éxito.
-¿De quién reconocés influencias?
-De muchos. Los Beatles, UB40, Andrés Calamaro y Gustavo Cerati.
-¿Cómo fue la grabación de "Noches alegres"?
-Toda una experiencia. Fue la primera vez que yo salí de la Argentina para grabar un compacto. Jamás me hubiese imaginado que iba a estar en Los Angeles con semejante producción. En el disco tocan Ronnie Foster, el ex tecladista de Stevie Wonder, y Ramón Stagnaro, que grabó con Sting y con Peter Gabriel.
-¿Cómo a la música pop latina?
-Hace diez años nadie hubiese imaginado que íbamos a estar tan invadidos por Ricky Martin, Chayanne o Shakira, que parecen los dueños de los rankings y de las radios. Pero no me molesta, porque a esta altura todos recibimos la influencia de ellos. Ellos traen una música de la que nosotros estábamos alejados, porque este pais siempre fue un generador de rock. Ahora estamos más permeables.
-¿Te molesta que te confundan con algún jugador de fútbol?
-A veces sí (risas). Pero me encanta el fútbol, así que no es motivo de ofensa.
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Delgado prueba suerte con su nuevo CD "Noches alegres". |  | Ampliar Foto |  | |
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