A 24 horas de haber recibido el respaldo de la mayoría del PJ ante la posibilidad de ser indagado en la causa por el tráfico de armas a Ecuador y Croacia, el ex presidente Carlos Menem se mostró ayer públicamente en La Rioja, se consideró un "perseguido político" y dijo descreer que pueda ir preso en el marco de esa investigación. Menem fue ovacionado por miles de riojanos que se convocaron frente a la Casa de Gobierno provincial.
"No creo que sea así porque no hay motivos, no hay razón", consideró sobre la posibilidad de quedar detenido. Pero cuando se le indicó que en el entorno del juez federal Jorge Urso no se descartaba esa alternativa, desafió: "Sabe el señor juez y quienes están en este tema dónde me van a encontrar", con lo que también descartó que esté pensando en abandonar el país.
Menem insistió luego en denunciar una campaña en su contra: "No va a ser la primera vez, pero tengo ya el cuero duro en esta materia; he sido un perseguido por mucho tiempo, esto no es nuevo".
De todas maneras, expresó su deseo de que la Justicia "se pronuncie lo más rápido posible sobre el tema" para "no dejar abierta una causa que no sólo daña la honorabilidad de una persona, sino que le hace mucho daño al país".
El ex presidente se vio obligado a desmentir ayer versiones que indicaban supuestos tanteos con el gobierno del Uruguay para exiliarse allí, que fueron confirmadas por el canciller del vecino país, Didier Obertti, según algunas especulaciones periodísticas. "Nunca jamás" intentaría pedir asilo en otro país para eludir a la Justicia", enfatizó Menem, quien sin embargo se mostró cauto con la decisión del ministerio público al afirmar que el fiscal que pidió su comparendo, Carlos Stornelli, "cumple con su función", aunque advirtió que "el tema se está politizando".
Entre micrófonos y palos de golf
En una jornada que incluyó reportajes radiales, improvisadas ruedas de prensa y hasta un discurso desde el mismo balcón de la Casa de Gobierno de La Rioja, Menem dio muestras de estar tranquilo y hasta se permitió jugar al golf en una cancha de la capital provincial, antes de dirigirse a su casa de Anillaco.
Al pronunciarse sobre el acto el Congreso, dijo que fue "una expresión de solidaridad" de sus compañeros. Cuando se lo consultó si la ausencia de su enemigo interno Eduardo Duhalde significaba que en realidad "lo odia", respondió: "No sé, esos son aspectos que no tengo en cuenta".
El ex mandatario, quien se disponía a pasar el fin de semana en su provincia natal, arribó a La Rioja cerca del mediodía y en el aeropuerto local fue recibido por su hermano, el senador Eduardo Menem, el gobernador Angel Maza, entre otros dirigentes partidarios, y cerca de 300 seguidores, que formaron una caravana hasta la plaza 25 de Mayo, donde un grupo de acólitos instaló una carpa para repudiar la decisión judicial.
Menem consideró que las adhesiones a su persona se "irán multiplicando" y ratificó que tiene "la conciencia tranquila", al insistir en que es víctima de una "clara y nítida persecución política".
También se hizo tiempo para referirse a su tan anunciada y postergada boda con la conductora televisiva chilena Cecilia Bolocco, al asegurar que su actual situación judicial "no afecta en lo más mínimo" su intención de casarse, ya que eso "es una decisión tomada", aunque aclaró que la fiesta no será de varios días sino que "va a ser algo muy simple, habida cuenta de lo que está pasando". Su novia, en cambio, había asegurado que los festejos durarían tres días.
La Ciudad
