Corredores embisten contra el impuesto a la cuentas corrientes

Los corredores de cereales denunciaron que la aplicación del tributo a las transacciones en cuentas corrientes, o impuesto al cheque, afecta a la actividad "en forma especial y con mayor profundidad" que a otras, debido a que la mecánica operativa del sector los obliga a trabajar en forma "permanente con fondos de terceros", sobre los cuales se aplica el gravamen.
Así lo afirmó esta semana el presidente de la entidad que nuclea a los operadores, Carlos Morgan, quien precisó que la alícuota establecida para el corretaje de cereales (0,075%), implica en la práctica un impuesto del 15% sobre los ingresos de los corredores de granos.
En ese contexto, precisó que la situación prácticamente los deja fuera de actividad y "le aplica un golpe imposible de digerir, a una actividad que le otorga transparencia a los mercados de cereales, a través de la cual el gobierno recauda importantes recursos", se quejó.
Asimismo, graficó que para tener en cuenta el daño que se le causa a la economía del país la vigencia de este impuesto a los corredores de cereales, tal como se diseñó para su aplicación, basta con conocer que "se encargan de comercializar el 45% de la cosecha de granos argentinos, alrededor de 25 millones de toneladas".
En términos económicos, el sector mueve una cifra anual de más de 3 mil millones de dólares, señaló Morgan, quien subrayó que el rol que cumple el sector en el comercio granario "garantiza transparencia" en el proceso comercial, lo que le otorga "seguridad" a las partes.
Vale recordar que desde hace 60 años, los corredores de cereales intervienen en la cadena comercial de granos, cobrando y pagando por cuenta de terceros, quienes a su vez tributan en sus propias cuentas corrientes, por lo cual, en opinión del empresario, "se está en presencia de una clara superposición de impuestos".
Como solución al problema, los corredores proponen que este tributo sea aplicado, con la alícuota que corresponda, a los movimientos de fondos vinculados a sus ingresos y egresos propios y no sobre los fondos de terceros.
Además, Morgan ejemplificó la gravedad del alcance del flamante tributo dispuesto a principios de este mes, al graficar un caso de operatoria sectorial. En ese sentido, puntualizó que cuando un corredor comercializa 500 mil toneladas a un precio promedio de 117 pesos, su comisión es de 1% (585 mil pesos); deducidos los gastos operativos de 475 mil y el impuesto al cheque (87.750 pesos), se llega a una utilidad de 22.250 pesos, cifra sobre la cual hay que deducir el Impuesto a las ganancias (7.342,50 pesos). En conclusión, la utilidad neta se reduce a 14.907,50 pesos, pero sin el tributo al cheque, el saldo final positivo sería de 73.700 pesos, explicó.