El presidente Fernando De la Rúa decidió finalmente ayer remover del Banco Central a Pedro Pou acusándolo por "mala conducta" y designó como presidente "en comisión" de la autoridad monetaria al ex presidente del Banco Nación, Roque Maccarone. El jefe de Estado tomó la decisión luego de evaluar durante algo más de 24 horas el dictamen de la comisión parlamentaria que investigó durante más de dos meses la actuación del funcionario saliente y recomendó su destitución. Fuentes oficiales comentaron que el ministro de Economía, Domingo Cavallo -protagonista de una dura pulseada con Pou que se libró durante varios días en los mercados- fue quien más presionó para que no se demorara más tiempo la expulsión, porque se corría el riesgo de motorizar una nueva caída bursátil. Los indicadores bursátiles y financieros habían evolucionado ayer con prudencia, a la expectativa de una definición.
Aunque ayer siguió mantuvo un silencio de radio por segundo día consecutivo, Cavallo es el gran triunfador de una confrontación que llegó a provocar sobre el cierre de la semana pasada el desmoronamiento de acciones y títulos públicos y eyectó el riesgo país por encima de los 1.300 puntos, un nivel similar a los de Nigeria y Ecuador. Después de los sobresaltos, el jefe de Hacienda terminó colocando a un hombre de su confianza en el estratégico sillón del BCRA, del cual deberán salir decisiones de política monetaria expansivas para facilitar una rebaja de las tasas bancarias y el crecimiento de la actividad económica.
Para forzar la salida de Pou, Cavallo lo sindicó anteayer como el principal responsable de lanzar una campaña de rumores al mercado sobre una posible devaluación del peso y de generar inestabilidad, términos que ayer pasaron a formar parte de los términos del decreto que determinó la cesantía.
Estuvieron todos los banqueros
El despido se terminó de definir ayer por la tarde en un encuentro que mantuvieron en la Casa Rosada el presidente De la Rúa, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y el propio Cavallo. Como resultado de ese encuentro, el presidente firmó el decreto 460 que ordena la remoción de Pou, por "mediar mala conducta".
Por la noche se preparó el Salón Blanco de la Casa de Gobierno donde el nuevo titular de la entidad fue puesto en funciones, en un acto en el que estuvo la totalidad del gabinete, y banqueros de primera línea, como el titular de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Eduardo Escasany (Galicia); Carlos Heller (Credicoop), Miguel Kiguel, del Banco Hipotecario; Héctor Olivera, del Nación; Ricardo Gutiérrez, (Provincia de Buenos Aires); Emilio Cárdenas del HSBC y Carlos Celaá, del Bisel.
Maccarone se mostró prudente a la hora de efectuar declaraciones. Dijo que antes de anunciar medidas prefería hablar con los directores de la entidad que permanecerán en sus cargos para ponerse al tanto de la situación, y se apresuró a aclarar que el Central no será una dependencia del Ministerio de Economía. "No voy a tomar medidas apresuradas porque esta es una función delicada. Voy a actuar en este cargo poniendo el acento en la independencia del BCRA", señaló el flamante funcionario, interino hasta tanto obtenga el visto bueno del Senado. Y luego agregó sus principales mandamientos de su gestión: "Defender la moneda y la solvencia del sistema financiero y que Dios nos ayude, y creo que nos va a ayudar" \Aunque dijo que espera contribuir con su gestión a calmar los mercados financieros, Maccarone advirtió que esa "no es la tarea principal" de la entidad que preside.
Maccarone expresó su preferencia para que el actual vicepresidente del Central, Martín Lagos, permanezca en el cargo, en tanto que Felipe Murolo y Hugo Bruzone ingresarán al directorio en dos puestos que estaban vacantes. Anticipó que se revisarán los encajes técnicos para que se puedan computar como requisitos de liquidez. Con respecto a la evolución de los depósitos, afirmó que se estaba atenuando la caída que se vino registrando en las últimas jornadas, aunque admitió que todavía no se revirtió la tendencia.
Colombo fue el vocero del gobierno a la salida del acto de asunción. Dijo que la remoción de Pou no pondrá en riesgo la autonomía del Banco Central ni la vigencia de la ley de convertibilidad y agregó: "El recambio responde a una decisión soberana del gobierno que no nos parece que vaya a repercutir en los mercados". Sobre las posibilidades de una eventual resistencia de Pou a abandonar su cargo, el jefe de Gabinete advirtió que "no se puede resistir un decreto de remoción".
La Ciudad
