El gobernador Carlos Reutemann le dio ayer un apoyo explícito a Carlos Menem y acusó al gobierno nacional de pergeñar una maniobra de "distracción" con el pedido que realizó el fiscal Carlos Stornelli para que el ex presidente sea indagado como supuesto jefe de una asociación ilícita en el caso de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador.
"Esta es una maniobra interesante, distractiva, de un gobierno que tiene muchos problemas", consideró Reutemann. Con esta afirmación, el mandatario santafesino dejó entrever que la imputación a Menem por el affaire del negocio de armamentos es, en realidad, una cortina de humo para tapar la impotencia del gobierno nacional en el rumbo económico.
Reutemann, en sintonía con la mayoría de los políticos peronistas, cree que la embestida judicial contra Menem se trata de un "conflicto político" y adelantó que concurrirá hoy a Buenos Aires para reunirse con el resto de la dirigencia en el Congreso nacional y brindarle su solidaridad (ver aparte).
"Todo el PJ va a tratar de defender a Menem, que es el presidente de los justicialistas, más allá de que haya gente que esté de acuerdo o no con su gestión", evaluó Reutemann en declaraciones a Canal 3.
Como ejemplo de estas manifestaciones de solidaridad, resaltó la actitud que tuvo el gobernador bonaerense con el ex presidente: "Hasta Ruckauf, que ha tenido una posición dura hacia Menem, salió a defenderlo".
Respaldo lógico
El apoyo que le dio ayer Reutemann a Menem es, quizás, el menos sorpresivo: siempre se mantuvo distante en la puja por el poder de control del peronismo y nunca quiso entrar en ninguna disputa interna cuando arreciaban las críticas hacia el ex jefe del Estado.
Esta distancia prudencial que mantuvo el Lole con los antimenemistas tiene un origen que nunca trató de ocultar. Fue Menem quien lo introdujo en la arena política, cuya acta fundacional se remonta al envión que le dio para presentarse como candidato a gobernador en las elecciones de 1991.
Además, cuando todos lo daban a Menem como un "cadaver político", sin chances para competir internamente en el partido, Reutemann siempre advirtió que el ex presidente es un "político de raza" que no se iba a dejar arrastrar por nadie y que va a dar pelea hasta el último momento.
Decisiones apresuradas
"Lo tendrá que decidir el juez (Jorge) Urso, pero evidentemente es un conflicto de tipo político", consideró cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que Menem vaya preso por haber rubricado con su firma los decretos que permitieron la venta de material bélico que luego fue desviado hacia Ecuador y Croacia.
Reutemann no desechó la teoría de que Menem sea objeto de una persecución política con el pedido de indagatoria que formuló el fiscal Stornelli. "No lo descartaría", dijo. Y, en ese tren de razonamiento, incluyó también al gobierno de la Alianza, a quien acusó indirectamente de querer desviar la atención ante la incertidumbre económica que sacude al país.
El Lole dijo que no se comunicó directamente con Menem, pero admitió que ayer a la mañana recibió el llamado del senador nacional Eduardo Bauza: "Me dijo que existe un malestar enorme (dentro del justicialismo) y que hay un conflicto en puerta".
La Ciudad
