Año CXXXIV
 Nº 49.099
Rosario,
jueves  26 de
abril de 2001
Min 11º
Máx 18º
 
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Nace una estrella
Graciana Romeo: "Me gusta ir a las milongas"
La bailarina dijo que ama el tango tanto como a su pareja de baile, Juan Manuel

-¿Quién es Graciana Romeo?
-Como bailarina integro el Ballet Estable municipal y el grupo Tango Océano. Participo de algunos grupos de tango de gestión privada y vivo de la docencia. Como profesora de tango trabajo para la Municipalidad en el Centro Cultural Cine Lumiere y en un taller barrial, y como docente de danza en un estudio privado.
-Formada en danza clásica, ¿imaginabas que iba a despuntar el tango en tu vida profesional?
-En mi casa siempre se escuchó mucho tango, mucho (Astor) Piazzolla y una vez una maestra me propuso hacer una obra contemporánea con música de tango. Para poder interpretarla mejor comencé a tomar clases de tango tradicional. Mis primeros profesores fueron Marcelo Solís y Yanina. Después tuve la oportunidad de viajar a España y trabajar un año con el tango. Allí el tango me atrapó, me di cuenta que me gustaba más que la danza clásica. Aparte ahora bailo el tango con mi pareja en la vida real y eso también ayuda en la predilección.
-¿Cómo se prepara una pareja para bailar el tango?
-Juan Manuel Capriotti y yo empezamos a estudiar tango juntos con Victoria Colosio. Después lo hicimos con Orlando Paiva, el Duende y con Andón. Ahora ya no tomamos clases sino que entrenamos. Hacemos una base de técnica y después bailamos, bailamos, bailamos. Siempre sobre la base de conectarse y entenderse. El hecho de que seamos pareja ayuda mucho al entrenamiento porque disponemos de mucho tiempo. Ahora estamos en una etapa autodidacta. Después de haber estudiado estamos tratando de crear nuestro estilo.
-¿Aprender la técnica ayuda a disfrutar de la música mientras se baila?
-Una vez que tenés incorporada la técnica todo es mucho más fácil. De todas formas, desde que bailo con Juan Manuel todo es muy placentero, porque además el tango es muy pasional.
-¿Das el tipo de mujer fatal del tango?
-Para nada. Yo doy el tipo de mujer que baila en pareja. Creo que la pareja no es de dos, sino una. Es una sola cosa, una sola silueta dibujando ochos y firuletes en una pista. En realidad, a mi el tango me gusta más que para shows para milongas. Amo ir a las milongas y si hago shows es porque necesito vivir de esto. Pero en realidad creo que el tango se tiene que quedar en la milonga, que fue donde nació.
-¿Qué proyectos tienen?
-Por ahora dedicarnos a la docencia. Entonces tenemos pocas expectativas de viajar. Juan Manuel acaba de llegar de Tailandia donde ofreció un workshop de dos meses y fue muy bien recibido. Por eso quizás podamos volver a trabajar a Bangkok. Pero lo más importante ahora es apostar por la ciudad. Tanto Juan Manuel como yo apostamos mucho a Rosario. Creemos que hay muchas cosas importantes para hacer. Que la ciudad se merece un buen espectáculo de tango. Todo el mundo piensa en irse y no se dan cuenta que aquí hay muchas cosas para hacer, sólo hace falta descubrirlas. Entre tantas puertas que uno golpea siempre hay alguna que abre.



Una pareja en la pista y en la vida real también.
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