Año CXXXIV
 Nº 49.096
Rosario,
lunes  23 de
abril de 2001
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Tablada, entre la memoria y el futuro
Los futuros parques Italia e Yrigoyen, la apertura de calle Laprida y la reubicación de villas cambiarán la zona

Sergio Roulier

Tablada dejó de ser un barrio en el que vivía la gente que trabajaba en la zona y poco a poco fue cambiando su perfil. En los últimos 20 años se perdieron 10 mil fuentes de empleo. Y hoy es un sector donde la gente vive, pero trabaja en otro lado. Los actuales problemas de inseguridad y desocupación contrastan con una perspectiva de cambios en cuanto al desarrollo urbano. La relocalización de la villa donde se instalará el parque Italia, la apertura de calle Laprida y los avances en el proyecto del parque Yrigoyen, abren expectativas para los vecinos. Algunos sostienen que "ahora le toca al sur", o a Tablada, luego de varios años de olvido.
El presente del barrio se explica por su historia. El pasado está atado a los designios del sur rosarino. A fines del siglo XIX fue declarada área de "servicios contaminantes" y se instalaron mataderos, frigoríficos y mondongueros. "También los asilos para enfermos y desvalidos, considerados contaminantes para la comunidad", según la antropóloga y presidenta de la vecinal, Silvia Gergolet.
La "tablada" era donde se guardaba a los animales antes de ir al matadero. Y de allí le quedó el nombre al barrio. Hoy se lo llama General San Martín, denominación puesta sólo para el catastro.
La urbanización se dio alrededor de las industrias. Estaban los quinteros y se sumaron familias de inmigrantes litoraleños y europeos. Entre el río y Alem se instalaron pescadores, matarifes y portuarios. De Alem para el oeste, los habitantes fueron profesionales y empleados públicos. Esa división aún se mantiene.
Los inmigrantes tomaron al barrio como su patria. Sus hijos se casaron entre sí. Los hijos de éstos no se mudaron y formaron familias. Los bisnietos también viven allí, se hacen amigos y novios. Casi nadie se va.
El presente es un apéndice de memoria de un pasado que no volverá. De los frigoríficos, las reparticiones nacionales y el puerto, sólo quedan esqueletos de hierro y galpones cerrados. Se intercalan casas antiguas y otras más nuevas. Los negocios quedaron en Necochea o Alem.
El perfil obrero le dio un sesgo peronista a las ideas políticas de la mayoría. Y recién en las últimas elecciones a intendente el justicialismo perdió el primer lugar en los votos de esa seccional.
La cantidad de escuelas, clubes y entidades sociales obedece al trabajo comunitario de sus habitantes que se preocuparon por tener una movida propia en ese sentido. Así surgieron proyectos como el de la Vigil, que terminó bajo los fusiles de la dictadura.
Las escuelas y bibliotecas intentan rescatar parte del perfil de Tablada mediante talleres y charlas con vecinos "históricos" que organiza la vecinal. Los entidades deportivas quedaron como un reducto para mayores y los chicos juegan a la pelota en la calle o en las plazas.
De los asentamientos precarios ubicados sobre la barranca, quedan dos en el sector sudeste del trazado barrial. Y ya están en curso de relocalización. La mudanza de la villa ubicada en 27 de Febrero y el acceso sur, para construir el parque Italia, marcará el destino del lugar. Para los vecinos, los habitantes de la villa eran "los intrusos", mal que les pese a muchos.
Guillermo (32 años) nació y se crió en Tablada. Cree que "por fin" se acordaron de la zona. Al proyecto de los italianos, se agrega la idea de convertir en espacio público (parque Yrigoyen) el área ferroviaria que rodea la estación Central Córdoba. La reapertura de Laprida es un avance, y la posible mudanza de la sede de Gendarmería, otro.
Los luchadores de Tablada sueñan con rescatar la mística de solidaridad que caracterizó a los obreros de otras épocas. Gergolet piensa en mejorar la calidad de vida y en mayores accesos después de tantos años de encierro tras las vías. Hay síntomas de reactivación.


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