Año CXXXIV
 Nº 49.095
Rosario,
domingo  22 de
abril de 2001
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Perú dijo que el avión con misioneros que fue abatido desoyó las advertencias
Surgen discrepancias sobre las causas del accidente que involucra a la fuerza aérea y que cobró dos vidas

Lima. - El abatimiento por la fuerza aérea de un avión de misioneros norteamericanos, en que murieron una mujer y su hijita, dio origen ayer a versiones contradictorias. La fuerza aérea informó a través de un boletín que se trataba de un avión "no identificado y sin plan de vuelo, el cual ingresó al espacio aéreo peruano procedente de territorio brasileño". Sin embargo, el jefe del aeropuerto de Iquitos, a donde se dirigía la nave misionera, le dijo que la torre de control mantenía contacto con el piloto norteamericano y que sí había un plan de vuelo. "Tengo información que sí hubo contacto con la torre, y por lo tanto, sí hubo plan de vuelo, si no, no hubiéramos sabido que existía este vuelo", dijo el jefe del aeropuerto, Mario Justo.
Agregó además que "la nave derribada estaba registrada en el Perú con el código ob1408" y que dicho registro está impreso por norma en ambos costados del aparato.
La versión de la fuerza aérea agrega que una nave de combate interceptó el avión y que, antes de disparar, efectuó "los procedimientos internacionales de identificación" que presuntamente fueron desatendidos por el piloto del pequeño hidroavión monomotor. El jefe del aeropuerto justificó la acción señalando que "ese es el procedimiento que utiliza la fuerza aérea porque hay aeronaves que sobrevuelan por algunas zonas que son consideradas como de alto riesgo". "No tengo información de lo que pasó con el avión. Solo sé que es una operación militar al margen y que hay la orden de la Dirección Aeronáutica Civil de investigar", agregó.
Dijo que dos investigadores llegaron a Iquitos para recoger la información registrada por la torre de control. Bobbi Donaldson, esposa del piloto Kevin Donaldson, narró la versión que le habían contado por teléfono su esposo y otro sobreviviente. Señaló que la nave estaba volando desde la población brasileña de Leticia, al otro lado de la selvática frontera hacia Iquitos. Confirmó que sí existía un plan de vuelo y que la radio funcionaba normalmente.
La esposa del piloto dijo que las víctimas eran una misionera estadounidense y su hija de siete meses, a las que identificó como Verónica y Charity Bowers. La versión de la también misionera indica que un avión de combate peruano hizo dos rondas de disparos y que las balas impactaron mortalmente a las dos víctimas e hirieron en la pierna izquierda a su esposo Kevin Donaldson. Jim Bowers, el esposo y padre de las víctimas, y su hijo de seis años Cory, resultaron ilesos.
El jefe de aeropuerto de Iquitos dijo que Bobbi Donaldson había viajado ayer a la población selvática de Pebas, 160 kilómetros al noreste de Iquitos, para recoger a su esposo herido que recibió atención médica urgente en dicho lugar. "Salió en un avión similar al avión derribado rumbo a Pebas para traer al herido y otra gente", dijo Justo. Señaló que no sabía en qué lugar iban a aterrizar a su regreso a Iquitos, 1.120 kilómetros al noreste de Quito. "Pueden acuatizar donde quieran sin nuestro control aquí y eso es parte del problema con este tipo de aviones".
El piloto Donaldson deberá rendir cuentas a su regreso a los investigadores de la Dirección Aeronáutica Civil. Justo indicó que los peritos también debían entrevistar al sobreviviente Jim Bowers, que se encuentran en un hotel de Iquitos. "Jim está en un hotel junto con su hijo. Hay mucha confusión y nadie sabe bien qué hacer. Y él está en shock", le dijo en una entrevista telefónica una amiga estadounidense de los Bowers, que pidió no ser identificada.
La actividad militar y el tráfico de drogas son frecuentes en esta zona selvática que rodea a Iquitos y se extiende hasta la frontera con la vecina Colombia. La avioneta realizaba el viaje con el objetivo de conseguir una visa para la bebé de siete meses.



La misionera y su hija muerta en el confuso episodio.
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