Año CXXXIV
 Nº 49.088
Rosario,
domingo  15 de
abril de 2001
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Un convento puertorriqueño está a punto de desaparecer por la falta de vocaciones

Ubicado al interior de los muros coloniales que rodean al Viejo San Juan, el convento puertorriqueño de las Siervas de María ha logrado sobrevivir a guerras, huracanes y a la marea que golpea sus cimientos. Sin embargo, la escasez de vocaciones a la vida religiosa podría provocar su muerte.
"Se puede ver en qué condiciones nos encontramos algunas de nosotras", dijo la hermana Carmen Urriza, de 69 años, la Madre superiora de la congregación. "Somos monjas muy ancianas, algunas de las cuales estamos muy enfermas y hemos estado aquí durante muchos años".
Hace algunos años, grupos de monjas encabezaban coros y oraciones durante las procesiones de la Semana Santa por las estrechas calles empedradas de San Juan de Puerto Rico y de otras ciudades de la isla.
Sin embargo, en este año muchos laicos han tenido que asumir los papeles que antes ocupaban las religiosas.

Cada vez menos
Muy pocas mujeres están ingresando a la vida religiosa en Puerto Rico, donde el número de monjas ha descendido en un 35 por ciento entre 1970 y 1999, hasta aproximadamente 1.100.\La adopción de la isla a la cultura estadounidense ha erosionado sus tradiciones conservadoras católicas.\Sin embargo, este mismo patrón se alcanza a observar en naciones latinoamericanas menos tradicionales, indicaron algunos estudiosos.\"Hay un tipo de separación estadounidense de la vida y la religión que ha comenzado a introducirse (en América Latina)", señaló Don Briel, director del Centro de Estudios Católicos de la Universidad de Saint Thomas, cuyo campus principal está en la ciudad estadounidense de Saint Paul, en Minnesota.\Cuatro monjas de unos 30 años de edad hacen la mayor parte del trabajo físico y además cuidan de las ancianas en el Convento de las Siervas de María. Su rutina matinal contempla ayudar a levantarse de la cama a una hermana de 93 años de edad y sentarla en una silla de ruedas.\Otra monja de 74 años de edad sufre del mal de Alzheimer. "No cambiaría esto por nada" asegura la hermana Nery Ortiz, de 31 años, la más joven en este convento de 30 monjas.\En los últimos años, la mayoría de las novicias en los conventos de las Siervas de María provienen de la República Dominicana, donde la religiosidad sigue siendo fuerte.\En otras regiones del continente, como México, Centroamérica y Colombia, el número de monjas ha aumentado. Sin embargo, en Latinoamérica en general, el número de religiosas ha descendido en 1.345 hasta aproximadamente 128 mil entre 1993 y 1998, de acuerdo con las cifras más recientes dadas a conocer por el Vaticano.


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