Año CXXXIV
 Nº 49.088
Rosario,
domingo  15 de
abril de 2001
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Pequeños asesinos. Los animales ocasionan pestes, incendios y accidentes
Los roedores causaron más muertes que las guerras a lo largo de la historia
La rata negra y la parda participan en la cadena epidemiológica de 243 enfermedades

Los roedores representan la peor plaga del mundo, ya que la rata negra y la parda causaron más muertes que las producidas por las guerras en toda la historia de la humanidad. Hubo una gran pandemia en el siglo XIV; hasta entonces, en Europa habían muerto por peste bubónica (peste negra) 25 millones de personas. En Asia, entre 1898 y 1923, hubo 11 millones de muertos por el mismo mal. En los Estados Unidos, se les atribuye el 80 por ciento de los incendios sin causa aparente, ya que roen materiales eléctricos y sistemas de aislación y hacen nidos con materiales inflamables.
Los repulsivos roedores son los mamíferos con mayor número de especies y los más abundantes. Existen evidencias de su convivencia con el hombre ya desde la prehistoria y han sido siempre causa de innumerables y graves problemas. Participan en las cadenas epidemiológicas de 243 enfermedades, incluyendo leptospirosis, fiebre hemorrágica argentina, hantavirus, coriomeningitis, triquinosis, peste bubónica, meningitis y cólera. La mayoría de estas afecciones tienen un alto índice de mortandad.
El contagio se puede producir mediante el contacto con la orina, excrementos y pelos del roedor, por los alimentos que contaminan y por mordedura. Los agentes infecciosos ingresan al hombre a través de lesiones en la piel o por las mucosas, habiéndose registrado casos de contagio sólo por nadar o cosechar en zonas infectadas. En otros, la transmisión del roedor al hombre se realiza por medio de insectos como el mosquito y la pulga.

Ratones pero no paranoicos
A los roedores que cohabitan con el hombre se los denomina "comensales" o "antropófilos", ya que se alimentan y viven junto al hombre, en una relación de dependencia y competencia. Dentro de esta categoría se incluyen las siguientes especies: \- Rata gris de Noruega o parda (rattus norvegicus): es el roedor más esparcido por el mundo, la clásica "rata urbana", de pelaje variable, pardo o pardo grisáceo; 45 centímetros de largo; cola menor que el cuerpo y con pocos anillos; orejas peludas poco visibles, ojos chicos, nariz redondeada y membrana interdigital. Llega a pesar hasta más de medio kilo.
- Rata negra (rattus rattus): conocida también como "rata de los tejados y terrazas". Se las encuentra en alto número en las ciudades, aunque también puede encontrarse en el campo. Mide 45 centímetros; su cola es más larga que el cuerpo y posee anillos; pesa entre 200 y 300 gramos; tiene orejas visibles, sin pelo; ojos grandes, nariz puntiaguda y no posee membrana interdigital.
- Laucha o ratón doméstico (mus musculus): de pequeño tamaño, pelo grisáceo, negruzco y vientre claro. Mide 18 centímetros, pesa entre 15 y 20 gramos, su cola es más larga que el cuerpo y tiene ojos chicos.
- Rata colorada (holochilus brasilensis): se la conoce también como rata nutria y es el principal transmisor de la leptospirosis. Es de pelaje pardo rojizo oscuro, con flancos anaranjados y vientre blanco. Puede llegar a medir hasta 40 centímetros y pesar alrededor de 300 gramos. Tiene orejas cortas y redondeadas y su cola, algo escamosa y con pocos pelos, es tan larga como el cuerpo y la cabeza juntos. Sus miembros posteriores presentan una membrana interdigital rudimentaria.
Estos animales se caracterizan por comer los alimentos royendo. Sus dientes incisivos crecen de ocho a doce centímetros por año, y tienen una dureza superior al hierro, por lo que deben desgastarlos y roen todo tipo de superficies.

Se comen todo
Los roedores tienen hábitos nocturnos, buscan alimento por tacto, olfato y oído -tienen sentidos muy desarrollados- en la oscuridad. Poseen un metabolismo muy elevado que les ha permitido sobrevivir en condiciones muy adversas. Su voracidad las lleva a comer hasta el diez por ciento de su peso por día, llegando al canibalismo si es necesario. Toman 25 centímetros cúbicos de agua y hasta 40 gramos de alimento. Además se adaptan al medio y se multiplican rápidamente.
Una pareja puede tener, en un año, descendencia de hasta siete camadas de entre ocho y 14 crías cada una, las cuales ya están en condiciones de engendrar a los 100 días de vida. La hembra puede volver a quedar preñada desde las 48 horas posteriores al parto.
Los roedores poseen extraordinarios atributos biológicos: sobrevivieron a las más diversas estrategias de control. Las ratas del tejado pueden trepar por dentro y fuera de tubos; la rata de Noruega nada hasta 1.000 metros en aguas turbulentas. Para malgastar sus dientes roen concreto, aluminio, madera, todo excepto lo de dureza superior al acero inoxidable. Logran escalar paredes verticales, escarban hoyos de hasta 1,20 metro de profundidad, saltan en alto hasta 75 centímetros y en largo hasta 1,40 metro.
Los más jóvenes pueden penetrar por orificios de hasta 1,2 centímetro de diámetro. Suelen habitar en los depósitos de puertos y ferrocarriles, basurales, criaderos de porcinos, terrenos baldíos, cloacas en mal estado, cementerios, alcantarillas, sótanos, edificios públicos, hospitales, restaurantes y supermercados.



Los basurales son verdaderos reservorios.
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