Año CXXXIV
 Nº 49.088
Rosario,
domingo  15 de
abril de 2001
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Argentino recuperó la alegría con una victoria
Después de cinco fechas, sumó los tres puntos al vencer 2 a 1 a Flandria

Alegría y satisfacción, dos sensaciones que volvieron a vivirse en el José Martín Olaeta con la tan esperada victoria. Esa que se le negaba a Argentino en las últimas cinco fechas y que lo condenaba a no poder salir del fondo y, lo que es peor, a no sumar los puntos que tanto necesita para no empezar con la soga tan apretada al cuello en la próxima temporada.
Antes del inicio del cotejo ante Flandria, al salaíto le quedaban 7 partidos para empezar a sumar puntos fuertes. Y el rival, por su posición en la tabla, permitía atreverse a soñar. Por eso las imágenes de los primeros minutos mostraron a un equipo que se animaba en pos de ese objetivo. Y con una actitud que no varió durante el desarrollo se llevó el premio. Lógicamente, no sin sufrir hasta el final, como es la costumbre en estos tiempos de sequía.
Con determinación y valentía, con aciertos y errores. Así sumó Argentino. Así jugó desde el arranque. Con la conducción de Juan Felipe Ojeda, el despliegue de todos y la seguridad desde el arco que brindó Juan Manuel Massa.
Diez minutos a pleno, con dominio salaíto pero sin el toque de suerte que necesitó Ariagno para que el palo no le negara el gol, cuando a los 7' Ojeda se la sirvió después de apilar defensores. Una constante en el juego del Negro, que se calzó el traje de conductor ante la ausencia de Mellado, para con su toque distinto marcar los tiempos y el camino.
El que encontró a los 37' en su cuarta llegada, tras un veloz contraataque de Akerman por derecha desairando a Vega y tocando al centro para que Ojeda festejara el gol y permitiera que la tranquilidad llegara al equipo que ahora conduce José Luis Giammaría.
El juego de los de barrio Sarmiento fue superior en todo momento al desplegado por Flandria. Se sucedieron las situaciones de gol salaítas, pero faltó contundencia. Akerman definió horrible tras robarle la pelota en el área a Riez Silva, y el arquero Kippes le sacó un cabezazo al delantero y una media vuelta a Ariagno.
Pero la clave del triunfo estuvo a los 84', cuando Massa tapó en forma brillante una entrada de Basso y de contra Ojeda habilitó a Pedernera para que definiera.
¿Diferencia de dos y tranquilidad? No, imposible. Pedernera se comió el tercero y a los 90' Ocampo burló a la defensa local, descontó y preocupó a todos. Quedaban tres minutos de adicional y otra vez a sufrir. Pero esta vez hubo festejo en el José Martín Olaeta.


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