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Renunciamiento histórico

Los últimos acontecimientos sucedidos en el país refuerzan la idea que tenemos seguramente la mayoría de los argentinos. Los políticos electos por el pueblo deben hacer un renunciamiento histórico, reduciendo sus ingresos y egresos que originan, en un 30 por ciento como mínimo. Asimismo, tendrían que reformar las leyes para que en las provincias haya sólo una cámara y con número reducido de diputados y/o senadores. También disminuir los concejales al mínimo lógico posible (por ejemplo, en Rosario pasar de 42 a 10). Así conoceríamos a quién reclamar solución a nuestros problemas. Reciclar la enorme cantidad de empleados de concejos deliberantes y cámaras de legisladores a funciones necesarias para la sociedad: comisarías, hospitales, etcétera. Deberían hacer desaparecer los asesores, que por los resultados a la vista, no nos sirven de nada. Anular los gastos reservados y solamente contar con gastos plenamente justificados. Hacer públicas las tareas a la cual están abocados y sus resultados. Por último, tendrían que descontar los días de trabajo cuando (como le pasa al resto de los trabajadores) faltan sin causa plenamente justificadas. En fin, podríamos agregar infinitas propuestas, que seguramente sin llegar a hacer de las tareas legislativas un sufrimiento, al menos el ajuste necesario sería igualitario para todos, y disminuiría los cargos electivos en todo el país. Es hora de demostrar que no nos toman el pelo, tanto los que se preocupan, como los que pasan años por las cámaras sin ni siquiera dejar una idea, y por favor dejen de hacer campaña para las próximas elecciones porque el pueblo terminará dándoles las espaldas y votando en blanco o anulados.
Roberto Feldman