La Municipalidad exigirá a los empresarios de confiterías bailables, disco y bares la compra e instalación de controladores internos de sonido en sus locales. "Se trata de un equipo de software que irá sellado y empotrado, tiene cinco micrófonos y contará con un programa informático que realizará el corte de la música a las cuatro de la mañana, respetando así el horario de cierre para los boliches establecido en la ordenanza", detalló la titular de la Dirección de Registración e Inspección, Analía Antik. Según un relevamiento oficial, cada equipo cuesta entre 2 mil y 3 mil pesos y deberá ponerse en funcionamiento dentro de los próximos 30 días. "Habrá pruebas experimentales, pero está claro que si en un lugar se superan los decibeles permitidos este aparato corta el sonido automáticamente", apuntó la funcionaria. El anunció se efectuó tras una acalorada reunión que Antik junto a un grupo de concejales mantuvo ayer con vecinos afectados por la movida nocturna en Rosario.
El decreto del intendente Hermes Binner se acopla a lo establecido en la ordenanza 6.326 que regula la habilitación y funcionamiento de boliches en la ciudad.
Como en Mar del Plata
Según explicó Antik, "luego de recopilar antecedentes en todo el país, se optó por imponer el uso de una tecnología similar a la de Mar del Plata, a través de la cual el municipio de General Pueyrredón ya ha impuesto esta metodología".
Se trata de un sistema informático que se coloca en una pared de los locales nocturnos, cuyos titulares no pueden manipular porque estará sellado y con un método inviolable. En dicho aparato existen varias conexiones a los equipos de sonido y cuenta con cinco micrófonos que deben colocarse en la cabina del disc-jockey, la pista de danza y otros lugares estratégicos del local.
Cuando se detecta que en una confitería se superan los 90 decibeles de máximo permitido o en los bares con amenización musical se traspasa los 45 decibeles, se corta la música.
"Si ocurre por primera vez, el programa permite que se reinicie la música y también para una segunda ocasión. Ahora si esto se presenta por tercera vez, ya se interrumpe en forma definitiva y se deberá llamar a un inspector municipal para que reprograme el medidor interno de ruidos", detalló Antik.
El equipo, según la información oficial, está bajo normas internacionales de calidad y su costo en el mercado oscila entre los 2 mil y los 3 mil pesos, que cada bolichero deberá desembolsar dentro de 30 días.
Así las cosas, los propietarios de las 11 confiterías bailables, 5 discotecas y más de 50 bares que cuentan con amenización musical deberán encuadrarse dentro del nuevo decreto de Binner.
La titular de Registración e Inspección explicó que de acuerdo a los estudios científicos que se acreditaron en el municipio, el oído humano está preparado para tolerar la emanación de decibeles al tope de lo permitido durante cuatro horas.
"Esto implica que el controlador interno de sonido tiene un software que lo habilita a cortar la música a las cuatro de la mañana sin la posibilidad que se la reanude de ninguna manera", apuntó Antik y agregó: "Se van a efectuar pruebas experimentales antes de ponerlo en práctica, pero la idea es que el reloj que posea el sistema interrumpa al disc-jockey al horario de cierre establecido en la ordenanza vigente".
En otro orden de cosas, y tras la reunión que mantuvo con vecinos y concejales, la funcionaria aseguró que desde su repartición "se están intensificando todos los controles necesarios junto a la Dirección de Control Urbano y la Dirección de Tránsito, pero el problema de fondo radica en la cercanía de los negocios nocturnos de las casas residenciales".
"Hay que parar la pelota"
Respecto de los severos inconvenientes que se presentan en la zona de radicación de confiterías situadas en Rivadavia al 2.500, Antik consideró que "se debe parar la pelota con la habilitación de nuevos locales y relocalizar en otras áreas de la ciudad a los comercios que estén bajo este rubro".
En este sentido, la funcionaria envió un claro mensaje al Concejo Municipal en relación al tema. "Se debe emitir un dictamen técnico por parte de la oficina del Plan Director (dependiente de la Secretaría de Planeamiento) en el que se estudie minuciosamente cuáles son las zonas de Rosario más apropiadas para la instalación de confiterías, incluso modificando los usos establecidos en el Código Urbano, para que no haya casas pared de por medio con un boliche, sino que se sitúen a unos 300 metros de distancia".
-Antik, el intendente Binner no quiere como solución instalar ghettos para que concurran jóvenes a divertirse ...
-No pasa porque armemos ghettos, la solución estructural se va a dar en la medida en que se definan sitios apropiados de radicación, que existen perfectamente en la ciudad.
-Pero por ahora, ¿qué solución van a tener los vecinos de Pichincha? \-Creo que en estos 90 días de impasse que acordaron la mayoría de los concejales se deben modificar algunos aspectos fundamentales de la ordenanza 6.326 para que Registración e Inspección pueda trabajar mejor.
La Ciudad
