Año CXXXIV
 Nº 49.077
Rosario,
miércoles  04 de
abril de 2001
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Lifschitz espera que la UTA no vaya al paro
El secretario de Binner quiere lograr consenso con concejales para aumentar 10 centavos la tarifa

El secretario de Servicios Públicos municipal, Miguel Lifschitz, pidió que "la UTA nos dé un poco más de tiempo" para ir solucionando la crisis del transporte, frente a la posibilidad de que el gremio de los choferes decrete alguna medida de fuerza. En principio corrió la versión de que la Unión Tranviarios Automotor iba a convocar a una conferencia de prensa ayer y lanzar un paro hoy, pero luego se desvaneció. La conferencia no se hizo pero la asamblea de delegados quedó en pie para esta tarde: lo que dice el sindicato es que las líneas sacaron de funcionamiento 40 colectivos y a los choferes los retienen con otras tareas en los galpones.
Lifschitz dejó entrever que buscará consenso con los distintos bloques de concejales para dictar un aumento del boleto de 10 centavos (de 0,60 a 0,70 peso), y también para renovar las prórrogas en el pago de la tasa de fiscalización del cinco por ciento sobre la recaudación. "Yo creo que si a la gente se le dice que a través del aumento tendrá un mejor servicio, la mayoría lo acepta", opinó.
El funcionario consideró que las limitaciones a las franquicias para jubilados ("poner un tope a la cantidad de viajes gratis o para quienes cobran más de 500 pesos") "es una medida que quedará para el año que viene y mientras tanto está en estudio. No queremos un conflicto con los jubilados".
Lifschitz dijo que "es necesario y urgente lograr un financiamiento" para que el transporte no colapse ya que está soportando una baja de 1,3 millón en la recaudación mensual entre todas las empresas. Apuntó que un aumento de 10 centavos en la tarifa podrá inyectar cerca de 800 mil pesos al mes y otros 350 mil el diferimiento en el pago de la tasa.
"Hoy la crisis del sistema es real. Las empresas no pueden engañar en las cifras ya que hay un monitoreo constante mediante la información que brinda la tarjeta magnética. Y además las líneas están realmente endeudadas, eso es innegable". El funcionario, en el cargo desde poco más de una semana, ingresó en reemplazo de Joaquín Blanco, fuertemente cuestionado por las idas y venidas en torno a la nueva licitación del transporte en red y el desfinanciamiento y pobre calidad del servicio actual.
Lifschitz ayer admitió a La Capital que hay unidades con "más de 10 años de antigüedad", lo que está prohibido por las ordenanzas, pero que cursó intimaciones para que las empresas los retiren de las calles. No precisó cuáles son las líneas que los pusieron en funcionamiento.


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