"Cada travesti paga a la policía entre 30 y 40 pesos semanales para trabajar. Las que se retoban un poquito, van presas y además, las manosean y empujan". Así, sin vueltas, el presidente del Colectivo Arco Iris (organización no gubernamental que nuclea a las minorías sexuales de Rosario), Jorge Santana, contó ayer a La Capital cuáles son los "pactos" o "códigos" que se manejan durante la noche rosarina en el corazón de la zona roja. Es más, reveló que "las travestis se turnan para ir presas" y que "los policías requieren sus favores sexuales. Las llevan a la comisaría y allí les cobran en especie".
De ese modo, Santana abrió el diálogo con este diario y no tuvo prurito en relatar los detalles de cómo se efectivizan los pagos de "los permisos de trabajo" que engrosarían las cajas policiales, de las que dio cuenta La Capital en su edición del domingo.
Esa investigación, en la que informantes municipales y policiales relataron los entretelones del mecanismo de la coima en la ciudad, crispó ayer los ánimos del ministro de Gobierno provincial, Angel Baltuzzi.
"Estoy cansado de los denunciantes anónimos, que son héroes anónimos pero no ponen la cara y van y hacen una denuncia", señaló Baltuzzi en declaraciones a LT8.
Horas más tarde, Santana recordó que el Colectivo Arco Iris "siempre denunció el tema de las coimas pedidas a trabajadores sexuales. Se ha denunciado incluso delante del ministro Baltuzzi y hasta le hemos elevado notas. También se recurrió a la Justicia pero jamás hubo un dictamen", indicó.
Colectivo Arco Iris organizó en 1999 las primeras olimpíadas gays de la ciudad, que fueron declaradas de interés municipal y en las que participó activamente el Programa Municipal de Sida, y este año será anfitriona del V Encuentro Gay, Lésbico, Travesti, Transexual y Bisexual de la Argentina.
Pagos en dinero y en "especie"
Santana explicó ayer los pormenores de la "recaudación" en la zona roja que abonan "cerca de 40 travestis" que trabajan en el lugar. "La que cobra es la policía que anda por el sector en los patrulleros. Es más, los que están encargados de esa tarea ya están identificados y las travestis se corren un poco de sus paradas habituales cuando saben que están ciertos agentes de turno", confesó.
El representante de la entidad que defiende a las minorías sexuales aseguró además que "no hay un día pactado en el que el patrullero pasa a buscar la plata. El móvil recorre y se va fijando si las que están trabajando pagaron esa semana. No las buscan, pero si ven alguna que no pagó, le dicen que lo haga", señaló al tiempo que subrayó que "no hay un lugar fijo de cobro. El patrullero da vueltas y va cobrando".
Pero a este relato le agregó un condimento extra: "el pago en especie". Según reveló, "los policías requieren los favores sexuales de las travestis. Es decir, además del pago semanal, se paga en especie", dijo, y hasta puntualizó que "normalmente" esas transacciones "se hacen dentro de las comisarías".
Turnos para ir detenidos
Si al relato de Santana le faltaba algo, la confesión de que "las travestis se turnan para ir presas", terminó por coronar un detallado informe de los supuestos entretelones de la noche rosarina en la zona roja.
"Ellos (por los policías) tienen que detener cierto cupo de trabajadoras sexuales por semana. Es decir, dos o tres tienen que ir a la comisaría o a Moralidad, así que lo que hicieron las travestis fue establecer una especie de turno para cumplir", explicó. Ese sistema sería el que permite a los policías mantener estadísticas de detenciones por prostitución.
Según afirmó Santana, "las tres a las que les toca ir detenidas saben que tienen que pagar en especie en la policía". No obstante, aclaró que "no son forzadas" a complacer los pedidos sexuales de los efectivos, sino que ellas lo aceptan porque "todo es parte de un acuerdo tácito".
"Acuerdos", "permisos de trabajos", "favores sexuales", códigos y normas de la noche rosarina en la zona roja.
La Ciudad
