Pablo F. Mihal
El equipo masculino de hockey sobre césped de Universitario tiene hoy una edad promedio de 20 años. Con lógicos recambios, con algunos jugadores que se fueron y otros que se insertaron de lleno en el plantel, hace seis temporadas que en Rosario no se bajan del lugar más alto de podio. No obstante tenían una cuenta por saldar. A nivel nacional, un tercer puesto fue la labor más destacada hasta este año, en que aprobaron esa asignatura que tenían pendiente e inscribieron su nombre en la historia al consagrarse campeones del Nacional de Clubes.
Así como en damas Gimnasia y Esgrima ya tuvo ese halago, fue Universitario el que primero dejó su sello entre los varones con "un plantel de muy buenos amigos entre sí", como graficó su técnico Ernesto Morlan a la hora de definir el equipo. Después el DT agregó: "Además es un grupo que se entrena mucho, con jugadores muy humildes en todo lo que hacen. Esas son dos condiciones fundamentales para lograr objetivos. Si bien no somos un plantel numeroso porque tenemos lo justo, ellos habían entendido en este campeonato a qué íbamos. El hecho de tener estas cualidades hizo también que se pueda lograr más de lo que uno piensa".
El porqué de semejante afirmación se encargó de clarificarla cuando aseveró que "nuestro objetivo era mantener la categoría. Habíamos ganado el ascenso el año pasado y sabíamos que iba a ser muy duro. Los resultados de la zona se dieron como lo habíamos pensado, estuvo todo dentro de lo lógico. La semifinal contra Buenos Aires era, a priori, realmente muy difícil ganarla pero la ganamos muy bien, e incluso creo que la tuvimos que haber ganado por más diferencia. A partir de allí fue como que nos entonamos muy bien para la final con Jockey de Córdoba, y le ganamos".
Dividido en dos zonas de cuatro equipos, Universitario arrancó el Nacional de Clubes venciendo a Obras de Mendoza 3 a 1, en un partido que tenían que ganar sí o sí para mantener la categoría. Con ese triunfo la clasificación para estar dentro de los cuatro primeros estaba casi concretada.
Pero tras ese partido, un traspié. En un partido de resultado incierto Andino de Mendoza lo superó 5 a 3, por lo que el tercer encuentro se tornaba casi decisivo. Pero el rival fue el más débil del grupo y Universitario no tuvo inconvenientes para derrotar a Córdoba Atlhetic por 4 a 0.
Al perder con Andino ocupó el segundo lugar del grupo y con ello tenía que enfrentar al primero de la otra zona, que fue nada menos que Ciudad de Buenos Aires, uno de los mejores equipos del país.
No obstante, esos resultados le dieron al plantel la tranquilidad necesaria de que saber que ya habían esquivado el temible descenso. Y, como es obvio, encararon el partido contra Ciudad de Buenos Aires sabiendo que el rival era difícil pero que con mucha actitud, con muchas ganas y mucha confianza se podía llegar a ganar, como después ocurrió. El 3 a 2 fue un fiel reflejo de ello.
"Fue uno de los mejores partidos que jugamos, más allá de la presión que significa tener enfrente nada menos que a Pablo Llombi, el goleador de las Juegos Olímpicos, tirando los cortos y que en el menor error todo podría ser fatal. Salvo los diez primeros minutos, el resto se lo jugamos de igual a igual", describió Michel Ocaña Zahler, quien desde 1994 es el capitán del equipo de Las Delicias.
La final fue contra el defensor del título, el Jockey Club de Córdoba, pero el hecho de haberle ganado a Ciudad de Buenos Aires (teórico campeón) les proporcionó a los rosarinos una inyección anímica importante. La oportunidad estuvo a ahí, a pedir de boca, y no la desaprovecharon. El 5 a 2 fue contundente y por primera vez la copa viajó a Rosario.
"Si uno examina jugador por jugador, todos tuvieron el nivel necesario para enfrentar este torneo. Uno o dos no te salvan el campeonato. El secreto fue el grupo. Uni fue un equipo compacto que arrancó bien, se cayó un poco con Andino pero que en los dos últimos partidos recuperó un nivel muy aceptable", señaló Ocaña Zahler, quien después concluyó: "La obtención del título fue un paso más que teníamos que cumplir. No sólo por el Club Universitario sino por todo el hockey de Rosario. Rosario, a nivel equipos, nunca estuvo prendido ahí arriba. Por eso teníamos que ganarlo, sí o sí".
| |
La Ciudad
