Año CXXXIV
 Nº 49.077
Rosario,
miércoles  04 de
abril de 2001
Min 18º
Máx 24º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Cuestionan la actuación policial en la causa de un triple crimen
Declararon los padres de las víctimas en el juicio oral que se desarrolla en Cipolletti

Cipolletti.- Los padres de las víctimas del triple crimen de Cipolletti cuestionaron ayer el accionar de la policía local durante la instrucción del caso y sembraron interrogantes acerca del papel que cumplió el gobernador de Río Negro, Pablo Verani, en ese entonces.
Los padres de Verónica Villar y de las hermanas María Emilia y Paula González abrieron ayer la ronda de testigos al declarar en una nueva audiencia del juicio oral y público por el triple homicidio ocurrido en Cipolletti el 9 de noviembre de 1997.
En el inicio de la jornada, el tribunal rechazó la anulación del juicio que habían reclamado el miércoles último los defensores de Claudio Kielmasz y Guillermo González Pino, los imputados por el secuestro y muerte de las tres chicas.
Ulises González, padre de dos de las víctimas, hizo un pormenorizado relato sobre la desaparición de las chicas, el hallazgo de sus cadáveres dos días después y la marcha de la investigación a lo largo de estos años.
"La búsqueda policial desde el principio se hizo en sitios muy lejanos al lugar donde aparecieron los cadáveres de las chicas", explicó González.
El hombre cuestionó que en un principio se pretendiera desviar la investigación. "Nos quisieron hacer creer en la hipótesis de los marginales", dijo en alusión a la detención de Hilario Sepúlveda y Horacio Huenchumir el mismo día que fueron encontrados los cadáveres de las jóvenes.
González reconoció luego en el debate el revólver Bagual calibre 22 que se utilizó para ultimar a sus hijas y que pertenece a la madre del imputado Kielmasz.
Confirmó que fue el mismo Kielmasz el que se presentó en su casa para decirle que tenía información sobre lo que había sucedido y lo guió en compañía de un abogado de la familia y una allegada hasta el lugar donde estaba oculta el arma en un desagüe.
González también confirmó la existencia de un croquis elaborado por Kielmasz en la cárcel referido al lugar donde habrían sido interceptadas y ultimadas las tres jóvenes.
Ese plano le fue entregado en mano por el gobernador de Río Negro, Pablo Verani, durante una reunión que mantuvieron en su domicilio de Cipolletti.
"Verani exhibió y nos dejó el plano para demostrar que el gobierno se estaba ocupando del tema y que había resultados", afirmó González.
Juan Villar, padre de Verónica, criticó a la policía por "la parsimonia" y "la inoperancia" con que actuó desde el principio.
"Resulta que ahora hay 60 policías para custodiarnos a nosotros en este juicio y en aquel entonces no tenían ni linternas para hacer la búsqueda por la noche", expresó.
Reveló que el acusado Kielmasz lo llamó en varias oportunidades para ofrecerle información a cambio de dinero pero que "las familias decidieron rechazar estos ofrecimientos".
"Para mí la Justicia es obsoleta", afirmó Villar a los jueces que lo miraban atentamente. "Cómo es posible que hoy no se sepa nada, quiénes, donde y por qué las mataron. Por eso cada vez que escucho que hay un crimen pienso de inmediato en la policía", aseveró.
María Emilia y Paula González, de 24 y 17 años y su amiga Verónica Villar, de 22, salieron de sus casas para una caminata el domingo 9 de noviembre de 1997 y nunca volvieron, hasta que dos días después se encontraron sus cadáveres.


Diario La Capital todos los derechos reservados