Año 49.074
 Nº CXXXIV
Rosario,
domingo  01 de
abril de 2001
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Someterían a juicio político al jefe del Tribunal de Cuentas

Nadie habla porque quema. Pero como dijo el diputado Carlos Favario, "ahora ya no podremos hacernos los distraídos". Un preanuncio de que no en mucho más (¿esta semana?) los legisladores deberán apagar la brasa que encendió el presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia, Jorge Favre, cuando salió a la luz que estuvo cobrando (hasta que se supo) una jubilación de privilegio simultáneamente con su sueldo de funcionario.
Por su parte, el presidente de la Caja Municipal de Jubilaciones de Santa Fe, Pedro Buchara, aseguró que posee una nota en la que la Contaduría de la Gobernación le notificó la incompatibilidad de Favre.
La ley 4.873 prohíbe expresamente cobrar el beneficio jubilatorio (3.100 pesos mensuales), adquirido excepcionalmente en 1977 luego de haberse desempeñado durante un año como secretario de Hacienda del municipio capitalino, y el sueldo como integrante del Tribunal de Cuentas, que este año preside, de entre 5.500 y 6.000 pesos.
Favre, responsable del máximo órgano de contralor institucional del gobierno (encargado de revisar y controlar los fondos públicos), guardó primero silencio, pero en las últimas horas no pudo evitar responder a la andanada de críticas: primero negó que su situación importe una incompatibilidad legal, pero luego aclaró que había renunciado al beneficio jubilatorio.
"No tiene que renunciar a la jubilación, tiene que irse del cargo", disparó el diputado demoprogresista Carlos Favario, y arremetió: "Para nosotros no es ninguna novedad, ya sabemos quién es Favre; por eso lo expulsamos del partido y nos opusimos a que integrara el Tribunal de Cuentas".
Precisamente sobre Favario llovieron las consultas periodísticas. Había dos razones fundamentales: Favre fue un destacado dirigente del PDP santafesino a quien su partido expulsó en 1989 y los actuales diputados pedepistas se opusieron abierta y sonoramente a otorgarle acuerdo legislativo a su designación como integrante del Tribunal de Cuentas en 1998, cuando el entonces gobernador Jorge Obeid envió su pliego para ese fin al Palacio de las Leyes.
Al amparo de Obeid, en 1991 Favre se hizo cargo de la conducción de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Santa Fe. Ya en 1998 el ex pedepista pasó a desempeñarse en el referido tribunal, pero recién este año la presidencia del organismo recayó en su persona, lo que destapó el doble cobro que importaría la incompatibilidad que, se estima, podría llevarlo al juicio político.
Esta cuestión ahora queda exclusivamente en la esfera de la Cámara de Diputados, donde si sus integrantes no se hacen los "distraídos" -como ha dicho Favario- se instalaría con visos de polémica en un mes pletórico de expectativas políticas, ya que el 22 es el día de la interna radical y el 27 los peronistas cerrarán sus listas para la compulsa de junio.
Un escenario que, como es tradicional, suele postergar casi cualquier otra cuestión, a menos que no sea así esta vez.


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