Año CXXXIV
 Nº 49.047
Rosario,
lunes  05 de
marzo de 2001
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Debió intervenir hasta la policía
Puja entre los guardazoo y el municipio por dos osos

Dos osos que habitaban el ex zoológico estuvieron a punto de ser trasladados ayer del predio que ocupan a un zoo de Mendoza, lo cual generó una fuerte puja entre las autoridades y los guardazoo en la que terminó participando la misma policía. A pesar de que ya estaba preparado el traslado, los animales permanecieron en Rosario por una resolución judicial que ordena no innovar respecto de su localización.
Fue a partir de un permiso de traslado otorgado por la Dirección de Fauna y Flora Silvestre de la Nación que dos osos pardos iban a ser llevados a Mendoza. Con 45 grados de térmica, los guardazoo y el concejal Federico Steiger se plantaron frente al anexo del Instituto Municipal de Sanidad Animal, en avenida las Palmeras y Uriburu, donde denunciaron que se iban a llevar a Mirta y Sorpresa, una osa y su cría. Adrián D'Alessandro, de la agrupación, dijo que ellos tienen la guarda de los ejemplares y que hay una medida judicial que impide la relocalización.
El veterinario del lugar, Guillermo Pérez Gimeno, mostró una orden para el traslado y dijo que se cumpliría. La secretaria de Promoción Social, Elida Racino, indicó que la cautelar no involucraba a esos animales, que "pertenecen a Medio Ambiente de la Nación".
En ese lugar hay una serie de construcciones con mediasombra donde permanecen 11 animales del ex zoológico municipal. Allí hacía tanto calor como en la calle, a pesar del agua dentro de las jaulas.
Steiger comentó que primero había acordado con el municipio esperar para estudiar un mejor lugar para Mirta y Sorpresa. Pero la ejecución de la orden se iba a respetar a rajatabla. Hasta el final de la tarde los guardozoo esperaban un deselance. Y el desenlace llegó poco antes del cierre de esta edición, cuando las fuerzas policiales impidieron el traslado "respetando la orden judicial de no innovar", tal cual lo relató a La Capital el mismo Steiger.



Mirta y su cría siguen en Rosario por orden de un juez.
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