Año CXXXIV
 Nº 49.029
Rosario,
jueves  15 de
febrero de 2001
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Dos jardines de infantes y un tallercito de carpintería siguen el mismo camino
La Justicia rematará una escuela donde asisten chicos discapacitados
El Ministerio de Educación solicitará la suspensión de la medida y garantiza la continuidad del colegio

Diego Veiga

El 2 de marzo la Justicia rematará una escuela de educación especial, a la que concurren 80 niños de no más de tres años que padecen distintas alteraciones en el desarrollo, como problemas neurológicos o psicomotrices. El mismo destino podrían correr ocho inmuebles más, entre los que se encuentran dos jardines de infantes y un taller donde se realizan actividades extracurriculares de carpintería. Todos están escriturados a nombre de la Federación de Cooperadoras Escolares, entidad sobre la que pesan distintos juicios por incumplimiento de aportes o pagos de proveedores. Ayer, el ministro de Educación provincial, Alejandro Rébola, adelantó que hoy pedirá formalmente la suspensión del remate de la Escuela Especial de Estimulación Temprana 2.096. "La continuidad del establecimiento no está en juego y la vamos a garantizar", subrayó.
Lo cierto es que el desconcierto reina entre la comunidad educativa y los padres de los pequeños que concurren a la escuela especial, ubicada en Maipú 1865, sobre la que ya pesa fecha y hora de remate. "Nos enteramos el viernes, cuando vinieron el martillero y el oficial de justicia a valuar la propiedad", indicó una de las nueve docentes que trabajan en el lugar.
Pero, ayer, el ministro Rébola garantizó la continuidad de la escuela y anunció que hoy pedirá formalmente la suspensión provisoria del remate, que tiene su origen en un juicio que la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) le entabló a la Federación de Cooperadoras Escolares por el incumplimiento de aportes patronales de más de 60 empleados.
Esta situación originó una deuda que ronda los 800 mil pesos, lo que motivó el embargo de bienes escriturados a nombre de la Federación de Cooperadoras Escolares, entre los que se encuentra la Escuela Especial 2.096, a punto de ser rematada y con un valor estipulado en los 140.000 pesos

"Seguirá funcionando"
"He tomado contacto con el jefe de la Región Rosario I de la Afip, Daniel Tortore, y le manifesté la preocupación del ministerio por este tema. Mañana a primera hora -por hoy- le elevaré el pedido formal de la suspensión provisoria del remate", anunció Rébola.
El funcionario señaló además que mañana se reunirá con los padres de los alumnos "para transmitirles la absoluta seguridad de que la continuidad de la escuela no está en juego: vamos a garantizar que el establecimiento siga funcionado en ese lugar", remarcó.
Rébola también indicó que el tema será tratado hoy con carácter de "prioritario" en una reunión que mantendrá con el gobernador Carlos Reutemann. "Vamos a analizar las distintas acciones que se pueden llevar adelante desde el más alto nivel del gobierno. Se hará todo lo necesario para solucionar este problema", puntualizó.
También hoy, en lo que será un día agitado en el Ministerio de Educación, se convocará a la directora de la escuela, Patricia Molina, para que monitoree junto al ministro los distintos pasos a seguir.
En tanto, los padres de los chiquitos, la comunidad educativa de la escuela y la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) realizarán a las 9.30 una conferencia de prensa en las instalaciones del colegio.

El camino hacia el martillo
El camino que tiende a culminar el próximo 2 de agosto en el remate de la escuela 2.096 se inició en 1997 y es el resultado de un juicio que la Afip le entabló a la Federación de Cooperadoras Escolares. Sobre esta entidad también pesan otros juicios que le promovieron distintos acreedores y que se tramitan en diferentes juzgados provinciales. Su final tiende a ser el mismo que el de la escuela 2.096, es decir, el remate de bienes, entre ellos dos jardines de infantes y un tallercito de carpintería.
Todos los inmuebles fueron adquiridos por la federación con dineros del Fondo de Asistencia Educativa (FAE), con el cargo de que fueran donados a la provincia para la instalación de establecimientos educativos.
En el caso de la escuela 2.096, el trámite de donación comenzó a gestionarse el 7 de julio de 1997. Pero las deudas de la Federación de Cooperadoras con la Afip ya eran cuantiosas y el organismo inició el juicio, que derivó en la sentencia de remate de la escuela.
"La provincia iba a ser receptora de la donación, es ajena a lo que sucedió", explicó Rébola, quien no obstante remarcó que "se interpusieron dos recursos para frenar el embargo que fueron desestimados por la Justicia".
"No somos parte del juicio ni fuimos los iniciadores de este problema, pero la preocupación central del ministerio ahora es garantizar la continuidad de ésta y las otras escuelas", subrayó el ministro.
Rébola admitió que "todas las compras se hicieron de buena fe a fin de solucionar problemas de espacio que tenían las escuelas, pero por impedimentos legales del FAE, las compras se tercerizaron en la Federación de Cooperadoras, que contrajo deudas y le embargaron los bienes".
Así las cosas, otros ocho inmuebles se encaminan a correr el mismo destino que la escuela 2.096, por lo que el fuerte y amargo peso del martillo también podría caer sobre ellos. El futuro por ahora es incierto.



El viernes un martillero valuó la propiedad de Maipú 1865.
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