Las siamesas marroquíes fueron separadas en Madrid

Las niñas siamesas marroquíes Fátima y Amina, de 21 meses de edad, fueron ayer separadas mediante una operación que duró ocho horas y de la que participaron 50 médicos, indicó el hospital infantil La Paz, de Madrid, donde se efectuó la intervención. Las dos niñas estaban unidas por el tronco y compartían los riñones, las piernas y el aparato genital y urinario, aunque tenían todos sus órganos vitales independientes.
Al cierre de esta edición, los médicos trabajaban, ya en quirófanos separados, para reconstruir el aparato digestivo y el genital de cada una de las niñas.
Los especialistas reconocieron, según una nota distribuida por La Paz, que la mayor dificultad estuvo la separación de la columna vertebral, ya que se encontraban unidas a la altura de las vértebras lumbares.
Cada una de las hermanas tiene sus órganos vitales independientes y, por lo tanto, autonomía cardiorrespiratoria, lo mismo que los brazos, pero compartían las dos piernas y los dos riñones, por lo que con la separación, cada niña se quedará con una pierna y un riñón.
Las siamesas marroquíes ingresaron el 19 de octubre pasado en el hospital La Paz, procedentes del hospital infantil Ibn Sina, de Rabat, mediante un convenio firmado entre España y Marruecos.
Las niñas son originarias de la ciudad de Tiznit, 700 kilómetros al sur de Rabat, y sus padres, de 24 y 21 años, carecen de medios económicos para afrontar la rehabilitación y ni siquiera cuentan con un seguro médico.
La malformación que padecen las hermanas se presenta en uno de cada cien mil nacimientos, aunque en los países desarrollados desapareció gracias a las técnicas de diagnóstico prenatal. Una simple ecografía permite detectar esta malformación, que se debe a que el cigoto no se separa correctamente en dos embriones, como sí sucede en el caso de los gemelos sanos.
La madre de las siamesas no se sometió a ningún tipo de control médico durante el embarazo, ya que no podía pagar este tipo de servicio.