Año CXXXIV
 Nº 49.029
Rosario,
jueves  15 de
febrero de 2001
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La OMS lanza una campaña para frenar el avance de las enfermedades mentales

Cuatrocientos millones de personas padecen enfermedades mentales y neurológicas en todo el mundo, y ante la falta de respuestas adecuadas de los gobiernos y la sociedad la Organización Mundial de la Salud (OMS), decidió colocar este año este tipo de patologías en el centro de una campaña internacional.
Los expertos están convencidos de que para el año 2020 las depresiones ocuparán, tras las enfermedades cardiovasculares, el segundo lugar en una escala que combina la mortalidad precoz con las jornadas de trabajo perdidas por minusvalías.
Las estadísticas son escalofriantes: un millón de suicidios todos los años, con tendencia a aumentar entre los varones más jóvenes, y unos diez millones de intentos frustrados; también se calculan 140 millones de dependientes del alcohol; 45 millones de esquizofrénicos; 50 millones de epilépticos y 30 millones de dementes.
Según el director del departamento de enfermedades mentales de la OMS, Benedetto Saraceno, si todos ellos recibiesen la terapia adecuada, el 80 por ciento de los epilépticos podrían hacer una vida normal; hasta el 70 por ciento de los que sufren enfermedades mentales llegarían a recuperarse totalmente, y entre los esquizofrénicos se reducirían a la mitad las recaídas.
El experto italiano explicó que una de las causas de la falta de atención a estas enfermedades es el estigma social que bloquea el acceso al tratamiento, ya que las familias esconden al enfermo como si se avergonzasen de él; pero hay también otros factores como "la trivialización de los síntomas depresivos" por parte de muchos médicos.
Otra causa es la distinción entre salud física y mental que se sigue en muchos sistemas de seguridad social: la dimensión mental no está reconocida como enfermedad real, no goza por lo tanto de la protección de la red sanitaria nacional y sólo recibe un uno por ciento del presupuesto dedicado a gastos médicos.

Contra los manicomios
Es más, muchos países invierten en manicomios "que curan mal, se ocupan de una fracción mínima de los enfermos y además son nocivos", planteó Saraceno, y afirmó que "hay que inventar nuevas soluciones como disponer de camas en hospitales para emergencias mentales, o abrir centros comunitarios que funcionen las 24 horas del día".
La OMS quiere incluir "la salud mental" en la agenda de los políticos, por lo que en su próxima asamblea mundial, que se celebrará en mayo en Ginebra, los ministros de la cartera sanitaria de todo el mundo discutirán este tema en mesas redondas.
El organismo quiere ayudar también a los países a mejorar sus legislaciones -algunas como el "lunacy act" (ley para lunáticos) del Pakistán que datan del siglo pasado- y ofrecerá asesoramiento en materia de política de salud mental y organización de servicios.


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