Año CXXXIV
 Nº 49.029
Rosario,
jueves  15 de
febrero de 2001
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Lo detuvieron por quemar vivo a un hombre en 1998
El horrendo homicidio, que primero se creyó un suicidio, ocurrió en un barrio de zona sur y hubo tres implicados

Un individuo de 30 años fue detenido por la policía luego de permanecer casi tres años prófugo de la justicia acusado de ocasionar la muerte por calcinamiento de otro hombre en un caso que, inicialmente, se había explicado como suicidio. El detenido tenía un par de pedidos de captura, uno por robo calificado y otro más grave por este homicidio, ocurrido el 26 de marzo de 1998 en la zona sur de Rosario, cuando un hombre fue rociado con combustible y prendido fuego por un grupo formado al menos por tres miembros.
Según fuentes policiales, Pereyra habría tenido una participación directa en aquel caso, ya que de acuerdo a la información que consta en la causa fue quien arrojó la sustancia inflamable sobre la víctima. El imputado deberá prestar declaración indagatoria ante el juez Osvaldo Barbero.
El homicidio ocurrió el 26 de marzo de 1998 en una vivienda de Muñoz al 600. La víctima fue Juan Alberto Escobar, dueño de la vivienda. Al momento de producirse el episodio, Escobar se hallaba acompañado por otras tres personas con las que aparentemente habría estado tomando una bebida alcohólica. Las primeras versiones del hecho fueron difusas.
Lo único concreto es que esa mañana Escobar apareció con graves quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo, que motivaron su internación en el Hospital de Emergencias. La policía detuvo a las personas que se encontraban junto a la víctima, pero ninguna pudo declarar en su momento debido al estado de ebridad que presentaban.
Pocos días después, el estado de salud de Escobar se complicó y murió en el hospital. Con relación a lo ocurrido en la vivienda de Muñoz al 600, una vecina aseguró sobre la víctima: "Era un chico muy bueno que nunca tuvo problemas en el barrio". Según los testimonios recogidos en el vecindario, Escobar "era un muchacho que bebía, pero que no era violento ni revoltoso. Todos en el barrio lo queríamos mucho y no entendemos que pudo haber pasado", agregó un hombre que no se identificó.

El giro
Al inicio de la investigación, la policía sospechaba que el caso pudo tratarse de un suicidio a lo bonzo, por lo que las personas demoradas fueron recuperando la libertad en el transcurso de los días. Poco después el caso dio un giro y la hipótesis del suicidio quedó desplazada por la del asesinato.
Los investigadores pudieron establecer mediante testigos que Escobar había sido rociado con un combustible, probablemente querosén, y luego prendido fuego. De acuerdo a datos de la policía, el hombre detenido ayer en Magnano al 6600 habría sido quien arrojó la sustancia.
Una comisión de Unidades Especiales de la Unidad Regional II le estaba siguiendo los pasos a raíz de otro pedido de captura ordenado por el juez de Sentencia Antonio Ramos. El sospechoso fue localizado en la villa, en una vivienda en compañía de su mujer y tres menores. La policía rodeó el lugar y minutos después lo arrestó.


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