Cita cumbre con Brasil por el conflicto lácteo

Las empresas argentinas que fabrican leche en polvo presentaron ayer al departamento de Defensa de la Competencia de Brasil (Decom) una propuesta de precios regulados para evitar ser sancionadas por dumping en ese país. Luego de prolongadas deliberaciones no se arribó a un acuerdo con los empresarios del socio mayor del Mercosur, por lo que deberán intervenir los gobiernos para intentar cerrar el diferendo. De todos modos, el ministro de la Producción provincial, Miguel Paulón, aseguró que está muy próxima la posibilidad de un acuerdo.
El presidente del Centro de la Industria Lechera, Ricardo James, dijo que "el gobierno de Brasil tiene que terminar de definir" el conflicto comercial entre los dos socios más grandes del Mercosur. Las firmas argentinas elevaron a la Decom en Río de Janeiro una propuesta de compromiso que implica un precio mínimo de 1.900 dólares la tonelada de leche en polvo, con un margen de flexibilidad respecto de los precios internacionales, por un plazo de 3 años.
El margen de flexibilidad es el punto que separa a las empresas argentinas de los productores nucleados en la Confederación Nacional Agropecuaria de Brasil, entidad que formuló la acusación de dumping que involucra a Argentina, Uruguay, Nueva Zelandia y la Unión Europea.
El empresario dijo que la propuesta de los exportadores de leche en polvo de Argentina "quedó en la agenda" de temas que discutirán a partir de hoy en Buenos Aires el ministro de Desarrollo, Industria y Producción de Brasil, Alcides Tappias, la secretaria de Comercio, Litta Spindola, el titular de Economía, José Luis Machinea y el secretario de Industria, Javier Tizado.
No obstante y a pesar de haber realizado la propuesta, James la calificó como "lamentable", porque consideró que es "una limitación de precios de venta". El precio de referencia sería el de la Unión Europea, que monitorea el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Si el valor se ubicara por debajo de 1.712 dólares se ajustaría en función del precio menor más un 11%. "No sabemos si está aceptado esto (por parte de los brasileños). Está en manos del gobierno. Pensamos que es aceptable", explicó el industrial lechero.