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¿Estoy en Colombia?

La realidad que me toca vivir me hace reiteradas veces este interrogante. El cambio de costumbres, la inserción de modas, en fin, de culturas como las llaman, "globalizadas", menos las nuestras por supuesto. No me niego a la tan mencionada globalización, término utilizado por muchos, comprendido por tan pocos. Lo que no acepto son las consecuencias funestas que acarrean: desocupación, marginalidad, corrupción de toda índole, violencia desmedida, drogas, este ultimo con su giro de 180 grados, de país de paso a país de consumo. Mi dilema es dónde han estado o, mejor dicho, dónde están aquellos que deben guiar el presente y el futuro de nuestro país, ¿o acaso son ellos mismos los que hablan en sus oficinas de los marginales, término utilizado para seleccionar a todo aquel que no pertenece a su clase? Estos mismos hombres no se dan cuenta que por más seguridad, barrios privados y lujos que tengan, son tan o más vulnerables que aquellos a los que llaman despectivamente marginados. Por esta razón creo que es momento de que despertemos, que volvamos a retomar ese camino del trabajo que tantos beneficios nos trajo en un pasado no tan lejano. Estoy seguro de que es el momento de volver a nuestras raíces, haciendo notar que nosotros no estamos muertos ni somos marginales. De lo que sí estoy orgulloso es de haber nacido y estar viviendo en Argentina.
Edgardo Glavinich, miembro
de la Juventud Demócrata Progresista de Rosario