Año CXXXIV
 Nº 49.029
Rosario,
jueves  15 de
febrero de 2001
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Manosanta
Newell's perdió porque no pudo con el arquero Saja

Javier Parenti

No hay nada que hacerle. El Nuevo Gasómetro es terreno prohibido para Newell's. Esta vez la barrera estuvo en el arco de los santos. Sebastián Saja ahogó el grito de gol rojinegro al menos en cinco ocasiones, en cambio San Lorenzo sí pudo aprovechar sus oportunidades para alzarse con un triunfo inmerecido.
Newell's había llegado entonado por la victoria en el debut ante Los Andes y pensaba volverse a Rosario con un resultado positivo que le permitiera un arranque de campeonato que generara ilusión. Aunque este traspié debe servirle al equipo de Ribolzi para corregir las falencias en defensa al jugar con tres en el fondo, y para mejorar en la concreción de las chances que genera.
Cuando Sebastián Cobelli peleó aquella última pelota del primer tiempo en el área y marcó el empate parcial con el que se irían al descanso, hizo pensar que Newell's esta vez tendría suerte. Y hasta en el arranque de la parte final quedó la sensación de que los rojinegros estaban para más. Pero Newell's se durmió en un centro y lo terminó pagando muy caro.
San Lorenzo había arrancado mejor, como un equipo compacto, de mayor carácter, y decidido a buscar la victoria. Su fútbol pasó por los pies de Leo Rodríguez, quien con toda su experiencia marcó la diferencia al superar siempre las marcaciones de Ponzio y Sánchez. Y desde sus pelotazos cruzados hacia las puntas, dañó a Newell's. Es que la lentitud de la línea de tres del fondo leproso contrastó con la rapidez de los volantes ofensivos santos, y el arco rojinegro corrió peligro. Crosa y Vojvoda perdían afuera y Fuentes no podía solo por el medio.
Y así llegó la apertura para el local. Ameli ganó en su proyección, Pusineri lo dejó solo a Romeo en la puerta del área chica tras un desvío en un defensor, y el toque corto del goleador dejó sin chances a Cejas.
Newell's también había llegado pero chocó una y otra vez contra Saja. Las acciones de peligro rojinegras se sucedieron en cada combinación de la Fiera Rodríguez y Saldaña, quienes ponían siempre la pelota cerca del área aprovechando las ventajas que también daba la defensa local, pero no contaron con la presencia del arquero.
Hasta que llegó la última jugada de esos primeros 45', en la que Cobelli peleó la pelota en el borde del área grande, se animó con un sombrero a Tuzzio ya adentro y sacó el latigazo goleador, que se coló en la base del palo derecho.
Para la parte final, el Ruso Ribolzi se jugó de arranque y tuvo el triunfo en dos llegadas claras de Real y Saldaña, que volvió a evitar el arquero. Sin embargo, la hinchada de San Lorenzo ya había empezado a presionar. Entró Abreu y enseguida Vojvoda lo bajó cerca del área. Y del tiro libre de Romagnoli llegó el cabezazo de Pusineri, que decretó la victoria y golpeó muy duro a Newell's.
Manso siguió sin aparecer, Saldaña se cansó, Rodríguez ya no pensó en ofensiva y los intentos rojinegros fueron con más ganas que claridad. La posibilidad del empate entonces se diluyó de a poco y Newell's se fue con las manos vacías.



Ñuls tuvo más actividad en el área rival pero igual perdió.
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