Año CXXXIV
 Nº 49.024
Rosario,
sábado  10 de
febrero de 2001
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Caras del campo
La siembra directa como forma de vida
Roberto Peiretti, integrante de Aapresid, apostó hace más de una década a la agricultura sustentable. En sus campos apunta a maximizar beneficios a corto plazo y asegurar los recursos a través del tiempo

Fabiana Monti

Roberto Peiretti es uno de los socios fundadores de la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa(Aapresid) y hoy sigue militando a favor del sistema sustentable que aplica desde hace más de una década en sus explotaciones. Nacido en Cruz Alta y en una familia de abogados, su interés por la actividad agropecuaria se despertó cuando era muy chico ya que su padre tenía campo y "a mi siempre me gustó", afirma.
En rigor, decidió estudiar agronomía y cuando obtuvo su título se fue al vivir "tierra adentro" para practicar y experimentarlo más de cerca. Junto a otros profesionales se fue interesando por la siembra directa y se capacitó en el exterior. Como muchos productores, su explotación fue cambiando de un sistema mixto hacia otro inminentemente agrícola y según define con orgullo "con promisorios resultados".
Atrapado por el discurso de la agricultura sustentable, Peiretti es un convencido que este sistema permite no sólo maximizar beneficios a corto a plazo sino que además garantiza los recursos a lo largo del tiempo.
"Mi padre se radicó en Cruz Alta, en la provincia de Córdoba, y yo nací allí", relata el miembro de Aapressid. "Si bien él era abogado, dentro de la familia siempre hubo campo y desde edad temprana me interesaron las cosas de la producción", agrega.
Para certificar su interés decidió estudiar agronomía y se enorgullece de ser el único en la familia en la actividad. Cuando se recibió de ingeniero se mudó al campo para practicar in situ y convertirse en un verdadero productor agropecuario.
Hace 25 años comenzó a incursionar en temas que no eran populares en aquella época, como la fertilización o las primeras posibilidades de la siembra directa. Cuenta que 20 años atrás trabajaban pasturas en directa pero de manera mucho más limitada porque no existían maquinarias ni demasiados elementos para hacerlo.
Cómo muchos campos de la región pampeana, el de Peiretti tenía un sistema mixto de ganadería y agricultura, con praderas a base de alfalfa y con planteos agrícolas muy agresivos. Cuando comenzó a observarse que hacer agricultura era más rentable, la explotación comenzó el proceso de transformación que fue gradual y al término de 10 años logró su objetivo.
Ese mismo objetivo lo llevó inclusive a "trasladar" su campo a otros lugares de la zona que tenían mejores condiciones para hacer agricultura.
"La preocupación en ese momento era que al dejar las praderas como elementos de restauración de fertilidad, estábamos obligados a encontrar alguna alternativa que nos permitiera viabilizar un sistema de agricultura permanente", explicó.
Movilizado por experiencias concretas realizadas en el exterior especialmente en Estados Unidos, Peiretti dejó de invertir en alambrados y destinó todos los esfuerzos a la siembra directa. Por entonces ya rondaban los años 80 y poco a poco se fue conformando lo que luego fue Aapresid.
Los resultados de esa decisión, para Peiretti, fueron más que satisfactorios. Según sus apreciaciones, la productividad neta es notoriamente creciente y la estabilidad en los rindes mucho mayor.
Para el profesional, una de las claves es el mejor manejo del recurso agua, ya que a través de este sistema si bien no se puede modificar la cantidad de lluvia que cae, sí se puede reducir la evaporación cubriendo más el suelo.
En su caso particular no implementa el riego justamente por la posibilidad que la da la directa, pero considera que es una herramienta muy útil porque permite correr la frontera agropecuaria en los lugares donde el régimen de lluvia es menor. De todas maneras, destaca que antes de adoptarlo hay que maximizar el uso del agua existente.
En su campo, una fracción la utiliza para la rotación trigo-soja, en otra parte hace soja de primera y otra de maíz y en situaciones especiales hace sorgo o avena strigosa para generar mayor rastrojo y mejorar la condición del suelo.
Esta técnica es utilizada mucho en Brasil con buenos resultados y Peiretti explicó que en los años en que el perfil está muy cargado de humedad se hacen siembras aéras de avena, que si bien no tiene mucho rendimiento en grano son plantas voluminosas y tienen un crecimiento muy rápido que favorece a la cobertura.
"La sembramos con avión. Cuando la soja se comienza a amarillar se tira la semilla , normalmente un vez al año, y a fines de septiembre se corta el ciclo con herbicidas para darle lugar a la soja", señaló.
Aggiornándose a una tendencia cada vez más generalizada, Peiretti utiliza materiales genéticamente modificados y también usa cada vez más variedades de soja con ciclos más cortos, para obviar el impacto de enfermedades y alcanzar mayores rindes.
En cuanto a los maíces, también elige los de alto potencial de rendimiento y un 80 por ciento de transgénicos. "Este cultivo cumple una triple función en la rotación- explica el técnico.- Por un lado incorporar una gramínea de verano fija dióxido de carbono y da gran rastrojo y en segundo lugar, se apunta a situaciones de suelo donde las posibilidades de rinde son altas y se combina con genética de la mejor para lograr estabilidad en los rendimientos", agrega. El tercer aporte que tiene el maíz Bt es que permite bajar la aplicación de agroquímicos.
Para controlar las plagas, el hombre de la siembra directa implementa un control integrado de plagas y tiene en cuenta el control biológico que efectúan los denominados "enemigos naturales" frente a los que atacan al cultivo. Sólo en casos extremos utiliza agroquímicos. Debido a este tipo de manejos, por ejemplo, disminuyó notoriamente el daño ocasionado por los gusanos blancos.
En cuanto a la utilización de maquinarias, Peiretti explicó que si bien cuentan con la capacidad para autoabastecerse también contratan servicios de terceros para tareas específicas como el flete, trilla, fumigación, entre otras.
"Cuando las estructuras son chicas hay que apoyarse en la contratación de servicios de terceros porque de lo contrario se generan muchos costos fijos, pero cuando la escala es más grande es posible autogenerar empresas para abastecer a otros", reflexionó.
Si bien se apasiona por las actividades más técnicas, también realiza el gerenciamiento de campos de propiedad familiar. Lo acompaña una estructura donde actúa un hermano que lo ayuda en lo operativo y administrativo. También participan otras personas en las tareas que tienen que ver con el monitoreo de la explotación. Según su opinión, "los saberes se horizontalizan. La idea es que cada uno comprenda a fondo lo que hace y que forma parte de un sistema".
Atento a las nuevas tendencias, Peiretti observa que se está generando un cambio en el gerenciamiento de las empresas: "Se tiende a un nuevo tipo de asociativismo basado más en la suma de fortalezas y no juntando a los más débiles".

Seguros y comercialización
Para Peiretti, el tema de la comercialización de su producción es "sumamente delicado" ya que actualmente el mercado está embuido de un alto riesgo. Las numerosas situaciones de quebrantos de empresas como acopios o intermediarios lo han impulsado a buscar algunas alternativas.
Es por eso que lo que antes se hacía en acopios locales, ahora se hace acondicionado algunas instalaciones para guardar el grano, y una buena parte lo ponen en bolsas de plástico para conservarlo hasta la venta. "Por razones de costos y para achicar etapas comercializamos en forma directa a exportadores", indicó.
Si bien incursionó en el terreno de las opciones y futuros, ya que un 30 por ciento de su producción la comercializa de esta manera, reconoce que todavía tiene mucho que aprender. "En un futuro no muy lejano todos los productores van a utilizarlas porque hay que ponerle techos a los precios de lo que producimos".
También está experimentando con los seguros multirriesgos y alguna fracción de su campo ya está asegurada de esta manera. Peiretti considera que hay un camino largo por recorrer tanto de los productores como de parte de los dadores del servicio. Pero es enfático a la hora de indicar que "hay que minimizar el riesgo de la variabilidad de la producción".



Peiretti estudió agronomía y rompió la tradición familiar.
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