Año CXXXIV
 Nº 49.018
Rosario,
domingo  04 de
febrero de 2001
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Elecciones en Israel. Se vota el martes, y Barak es casi seguro perdedor
Un triunfo de Sharon sería el fin del proceso de paz iniciado en 1993
Los analistas de Medio Oriente ven con mucho pesimismo el arribo del candidato del Likud al poder

Paul Taylor

Londres. - La probable elección de Ariel Sharon como primer ministro de Israel el próximo martes podría congelar los esfuerzos de paz del Oriente Medio, desatar más violencia palestina y hacer que los árabes cierren filas, según los analistas de Medio Oriente. Sharon sigue cómodamente al frente de las encuestas: este viernes, los sondeos le otorgaban 21% de ventaja sobre el premier laborista Ehud Barak.
Una victoria del líder del derechista Likud coincidiría con el fin de la mediación activa de Estados Unidos, al menos por ahora, tras la llegada de un nuevo gobierno que no parece querer meter las manos en el conflicto.
Sharon ha dicho que buscará una "base alternativa" a los acuerdos de paz de 1993 de Oslo, firmados entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina, y ha prometido que no negociará hasta que los palestinos frenen la violencia.
"Enfrentamos un catastrófico y potencialmente duradero desmoronamiento del proceso de negociación edificado desde Oslo", opina el profesor Fred Halliday, de la Escuela de Economía de Londres.
"Muy probablemente, veremos meses, si no años de violencia intercalados con esfuerzos de mediación", agregó, aunque al mismo tiempo opinó que la perspectiva de una guerra entre Estados era remota, dado el poder militar israelí.
Algunos líderes árabes han expresado temor de que la llegada de Sharon sea equivalente a la guerra. En la región se le recuerda con ira como el arquitecto de la invasión israelí al Líbano en 1982.
El primer ministro libanés, Rafik al-Hariri, dijo en una entrevista: "Las inclinaciones de Sharon son claras. Es como lo que un periodista llamó «La mejor fórmula para la guerra»".
La frontera entre ambos países sigue siendo un punto de conflicto. Las guerrillas del Hizbolá atacan periódicamente el área de Shebaa, que Israel retuvo cuando se retiró del sur del Líbano en mayo.
Pero fuentes diplomáticas afirman que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, el jefe de Estado con más tiempo en el cargo del mundo árabe, ha descartado firmemente la posibilidad de una guerra regional.
Las perspectivas parecer apuntar más hacia una guerra fría si Sharon gana las elecciones del martes, dicen los observadores. "Si Sharon toma el poder, asumo que habrá un completo distanciamiento diplomático desde el inicio", dijo un diplomático israelí.
Los líderes árabes se reunirán probablemente el mes próximo en Amman, para declarar su solidaridad con los palestinos y contra Israel y posiblemente establecer duras condiciones para el reinicio de las negociaciones de paz, términos que Sharon no aceptaría.
Mientras los palestinos insistirán probablemente en que las conversaciones continúen a partir del punto en que quedaron con el actual primer ministro, Ehud Barak, Sharon ha dicho que sólo está dispuesto a discutir un acuerdo interino a largo plazo.
Sharon ha dicho que el Estado judío mantendrá en su poder la totalidad de Jerusalén, cerca de la mitad de Cisjordania y todos los asentamientos judíos en territorios palestinos. Mucho menos de lo que ofrecía Barak.

Arafat, resignado o aliviado
Mientras algunos líderes árabes son alarmistas sobre Sharon, Arafat parece estar resignado, y quizás aliviado en privado, ante la perspectiva de lidiar con Sharon. "No me sorprendería si Arafat prefiere a Sharon. En cualquier caso, él probablemente no ve gran desventaja, ya que no pudo alcanzar sus mínimas demandas para la paz con Barak", afirma el analista israelí Mark Heller, de la Universidad de Tel Aviv.
Pero un gobierno encabezado por Sharon podría aislar a Israel e impulsar el apoyo internacional a la causa palestina, revitalizada con la muerte de más de 300 palestinos a manos de tropas israelíes en los últimos cuatro meses de violencia.
Un diplomático que se reunió recientemente con Arafat dijo que éste tiene "un claro sentido de la eternidad" y considera tanto a Sharon como a Barak fenómenos temporales en la larga lucha palestina por la independencia.
De hecho, expertos israelíes creen que Sharon podría durar pocos meses en el poder, especialmente si el partido Laborista de Barak se niega a integrar un gobierno de unidad nacional.
Heller dijo que podría haber nuevas elecciones este año. En ese caso, Sharon podría ser remplazado por el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, y Barak podría perder el liderazgo del partido ante políticos más populares, como el canciller Shlomo Ben Ami, el presidente del Parlamento Avraham Burg y el ex primer ministro Shimon Peres.



Un ortodoxo visto a través de un afiche de Sharon.
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