Año CXXXIV
 Nº 48.992
Rosario,
miércoles  10 de
enero de 2001
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El gobernador pasó a una sala común tras una cirugía que duró tres horas
El Lole fue operado con éxito
Deberá permanecer internado durante al menos 48 horas en un hospital neoyorquino. Satisfacción familiar.

A las 21.30 de ayer (19.30 del este estadounidense) el gobernador Carlos Reutemann había convertido en historia uno de los momentos más temidos de su vertiginosa vida: al cabo de casi tres horas, abandonó con éxito el quirófano del Centro Internacional de Ortopedia y Traumatología del Hospital for Special Surgery de Nueva York.
La intervención estuvo a cargo de los médicos Frank Cammisa y del argentino oriundo de Rosario Federico Girardi. Fue éste último el encargado de exponer ante las hijas del gobernador los resultados de la complicada operación de columna que acababa de practicar, y que el mismo profesional explicaría luego a La Capital.
Resultó un éxito, dijo Girardi. La expresión representó el ansiado alivio para Cora y Mariana Reutemann quienes acompañaron a su padre a internarse poco antes del mediodía neoyorquino. Luego se recluyeron en la sala de espera del lugar durante varias horas. La espera se extendió hasta que apareció el facultativo con la radiografía. Sobre la misma les explicó los detalles de reparación practicada entre la tercera y cuarta vértebras cervicales que terminará con los dolores de cabeza y brazos que lo aquejaran durante el último año. Este dolor es insoportable, paralizante y me fastidia enormemente se había quejado Reutemann recurrentemente en los últimos meses, en los que se vio obligado a recurrir a calmantes para mantenerse en pie y cumplir con su actividad oficial.
La operación se retrasó pero hasta ahora todo marcharía bien aunque todavía no nos han dicho nada, le dijo a este diario Mariana Reutemann, poco antes de las 20. La ansiedad de la joven se justificaba en que el Lole ya llevaba casi una hora dentro del quirófano y se sabía que ese tiempo recién importaba la mitad de lo estipulado. Y habría de extenderse un poco más.
Pero la espera fue matizada por la atención con que desde la Argentina (además de numerosas agencias noticiosas internacionales) se seguía la operación del gobernador santafesino y uno de los eventuales dirigentes presidenciables de la oposición del país. Cora y Mariana se convirtieron a la fuerza en las receptoras de esas inquietudes, que se multiplicaron hasta colapsar el teléfono de la sala de espera. Las hijas confeccionaron entre tanto una prolija lista de los llamados, incluida la de Presidencia de la Nación. Hoy se la darán a su padre, quien, como esperan y se los prometió, ya podrá levantarse y movilizarse por la habitación 517.
Reutemann permanecerá al menos dos días internado. Después veremos si sigue en el hospital o ya se puede ir al hotel, confió Cora Reutemann a La Capital. La hija mayor del gobernador fue la encargada de resumir ante este medio las alternativas de la jornada. A nadie le gusta estar en una instancia semejante, pero bueno, no estábamos asustadas. Confiábamos en que todo saldría bien y en todo momento supimos que esto era lo mejor para que a él no le duela más, dijo. Y agregó al borde de la emoción: Hace un rato lo vimos desde lejos, pero ya nos avisaron que se le está yendo el efecto de la anestesia.
La hija del gobernador explicó lo que les había dicho el médico. Nos tranquilizó mucho. Nos mostró la radiografía final, en qué lugar lo intervinieron. A mi padre le hicieron además una operación de cadera para extraerle un pedazo de hueso muy chiquito que se le puso entre las vértebras.
En la patología del gobernador presumiblemente influyó su larga experiencia como corredor de alta velocidad, ocasionándole cierta propensión a accidentes cervicales. El Lole venía sufriendo fuertes dolores de cabeza, espalda y brazos, por lo que la raíz ubicada entre la tercera y cuarta vértebra se encontraban comprimidas. Dos accidentes menores -el último durante la campaña presidencial de Eduardo Duhalde- habían derivado en su dolencia (los discos intervertebrales son una sustancia elástica que cuando se lesionan los huesos de la columna presionan la raíz, causando la contractura dolorosa). La cuestión se fue agravando hasta hacer que los tratamientos con gimnasia específica resultaran inocuos y se debiera recurrir a la cirugía.
La zona afectada es considerada de alta sensibilidad, por cuanto está atravesada por centros neurálgicos esenciales que regulan la actividad motriz del paciente. Lo que hasta ayer nadie se animaba a decir en voz alta es que el riesgo de la operación que tanto temía Reutemann, hasta haberla querido posponer cuando ya estaba en los preparativos, es que de no haber resultado exitosa podría haber quedado cuadripléjico.
Pero eso ya es parte del anecdotario personal del gobernador santafesino.



Reutemann permanecerá en el hospital neoyorquino al menos dos días más.
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