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Brillante sentencia

Los que abrazamos con orgullo la carrera del Derecho, tratando (honestamente) de ser útiles a nuestros semejantes, nos sentimos reconfortados cuando tenemos el honor de regocijarnos con fallos ejemplares. La sentencia judicial valiente y brillante del doctor Jorge Eldo Juárez (Juzgado de Instrucción 4ª Nominación Rosario) le asigna el rango de potestad jurídica a una determinación personal de la interesada, dueña indiscutida de sus actos privados. Nada hay legalmente por encima de esa determinación personal. Así lo considera el doctor Juárez, estimando que es un tema de derechos humanos y de discriminación que dada la urgencia fue resuelto por un juzgado de instrucción (recurso de amparo). Fue indudablemente un triunfo de la vida. La madre causante de este triunfo estimaba que estando infectada con HIV podría traer al mundo un ser enfermo. De aquí en más, los médicos de ámbitos públicos o privados actuarán bajo una norma común y practicarán las ligaduras de las trompas de falopio cuando los temores, las angustias y los miedos de las embarazadas infectadas del HIV tengan la incertidumbre de que el bebé pueda nacer enfermo. Adhiero con orgullo profesional a tan brillante y valiente fallo judicial.
Roberto L. Toller