Tiananmen: revelan cómo se impuso la línea represiva en el PC chino

El presidente Deng Xiaoping temía ser derrocado por el movimiento democrático

Washington y Pekín. - El jefe de Estado chino Deng Xiaoping ordenó la sangrienta represión del movimiento democrático en 1989 porque temía que la cúpula del Partido Comunista pudiese ser derrocada, según unos documentos confidenciales que aparecen en el libro Los papeles de Tiananmen.
Los medios estadounidenses recogen ayer algunos pasajes de este libro. En los documentos citados se expone la lucha por el poder entre las fuerzas reformistas dirigidas por el entonces jefe de partido Zhao Ziyang, todavía hoy bajo arresto domiciliario, y la línea dura del partido representada, por ejemplo, por el actual jefe del Parlamento Li Peng.
Las notas documentan las discusiones en el politburó, que hace once años se encontraba dividido sobre la intervención militar.
No podemos dejar que se burlen de nosotros, decía Deng Xiaoping. La oposición no son sólo un par de estudiantes, sino un montón de rebeldes y mucha plebe, agregó, según se recoge en el libro. La anarquía es cada día peor. Si sigue así terminaremos nosotros bajo arresto domiciliario, afirmó Deng.
Estos papeles llegaron a Estados Unidos a través de un miembro del partido que ha sido presentado bajo el seudónimo de Zhang Liang y que apareció de forma irreconocible en el programa del canal televisivo CBS 60 Minutos. Zhang dijo que tenía esperanzas en que esta publicación pudiese abrir un debate sobre las reformas dentro del Partido Comunista de su país.
Los documentos han sido analizados por destacados científicos chinos para verificar su autenticidad. El grado de confidencialidad de los documentos indica que la fuente procede del núcleo más poderoso del partido.
Los papeles, de los que se hacen eco Washington Post y New York Times, contienen notas de sesiones del consejo permanente del politburó y otras reuniones en la residencia de Deng Xiaoping, de informes del servicio secreto e incluso de transcripciones de llamadas telefónicas del mismo Deng.
Las notas confirman la oposición del entonces jefe de partido, el reformista Zhao Ziyang. Estoy en contra de imponer la ley marcial en Pekín. Tan sólo dificultará más las cosas y agudizará la confrontación, reza una cita suya.
Cuando el ejército de liberación del pueblo puso fin por la fuerza a las semanas de manifestaciones en la plaza de la Paz Celestial la noche del 4 de junio de 1989, varios cientos de personas murieron y miles fueron arrestadas en todo el país. La cifra exacta de las víctimas no se sabe hasta la fecha y los antecedentes siguen siendo en China un tema tabú.