Año CXXXIV
 Nº 48990
Rosario,
domingo  07 de
enero de 2001
Min 23º
Máx 31º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Mardel se repone de la ola de calor y de una tormenta que generó inquietud
El clima se tornó algo más benigno en la costa y los veraneantes pudieron vivir un poco también de día

Rodolfo Montes

(Enviado especial).- A paso lento, todavía golpeada por la ola de calor y la posterior furia de viento y lluvia, Mar del Plata recompone su funcionamiento de temporada. Ayer fue día de recargar provisiones, en especial los quioscos de bebidas, que fueron literalmente vaciados entre jueves y viernes. Vendí todo, la gente estaba desesperada confesó Miguel desde su estratégica ventana de ventas a una cuadra de la plaza San Martín. Y también los turistas, que en muchos casos optaron por quedarse en sus departamentos y hoteles, antes que animarse a la epopeya de circular por las calles con 37 grados de temperatura. Aunque el destino final fuera meterse en mar, no valía el esfuerzo. La mañana del sábado arrancó nublada y por fin, algo fresca. Pero hacia la tarde, el sol se fue abriendo paso en el cielo encapotado, tal vez para dejar en claro cual será la tendencia del verano en cuanto a la temperatura.
Es que la tropicalización del clima está dejando de ser una palabra específica de los estudiosos del medio ambiente. Se trata de una realidad palpable. Aquello de soportar un diluvio (universal) y a las pocas horas, otra vez el sol calcinante, era propio del nordeste brasileño, de las islas del Caribe; nunca de nuestro frío mar argentino. Pero se está operando un cambio climático. Acá tenemos que restaurar todo rápido, porque después de la tormenta te vienen días de sol y no podés quedarte sin sombrillas o con carpas rotas, advierte un cuidador en Playa Grande, la zona más castigada por el temporal de la madrugada de ayer, donde se volaron 120 carpas.
Por otra parte, con temperaturas mínimas que no bajan de 25 grados, una nueva cultura de uso de la playa se está generalizando. Ahora también los turistas la usan de noche. La típica familia que hizo su picnic basado en pan lactal, tomate, jamón, queso y mayonesa, todo debidamente transportado en la heladerita portátil, se plantó con su mesa plegable al borde mismo del alcance de la marea, a las 9 de la noche. Antes de comer en el departamento, con el calor que hizo, nos sentamos junto al mar, un verdadero lujo, reconoció sin prejuicios una madre que con sus dos hijos y su marido llegó desde la provincia de San Luis.
Algunos sectores están bien iluminados, como en las playas del centro, y como en bahía Varese. Pero en ésta última, siempre por las noches, predomina la actitud contemplativa de la belleza del mar y la ciudad; y los escarceos amorosos de las parejas que juegan en el agua cuando el bañero no está (y el pudor diurno tampoco).
Tampoco faltan en la Bristol los encarnizados partidos de fútbol que duran hasta la madrugada, al mejor estilo Ipanema, en Río de Janeiro. Aunque una simple mirada da cuenta que en eso, todavía, los morochos brasileros le llevan ventaja a los nuestros.

Mar del Plata recuperó imagen
La ciudad turismo por excelencia viene creciendo de manera sostenida en infraestructura, en servicios y principalmente en imagen, desde mediados de los 90 hasta la fecha. Y no por casualidad. Un impulso muy claro a la industria turística la hizo remontar cierta decadencia que sufrió en los 80 para volver a colocarla en el lugar de la alternativa número uno del país. En diciembre de 2000 recibió 610 mil turistas, un número muy importante teniendo en cuenta la crisis recesiva. ¿Las razones?, varias. Opciones para distintos sectores sociales, muchas propuestas para jóvenes, una impactante cartelera de espectáculos, una inversión en los 47 kilómetros de costa que salta a la vista son entre otras las causas de esta relativa bonanza marplatense, al menos en este rubro.
Ahora todos esperan, después del infierno y del temporal, que como es tradicional, después de Reyes, la ciudad se ocupe a full. ¿Lo lograrán?



La tormenta echó a los turistas de las playas.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados