En medio de entredichos entre jueces y descomposturas de funcionarios, se generalizó en las últimas horas en el foro local, y dejó de ser una sensación para convertirse en una suerte de certeza, que la resolución judicial del fuero civil y comercial que invalidó el acto eleccionario en Ñuls -tal como lo pidió la oposición- no resiste el menor análisis que pueda convalidar a la pieza jurídica como una resolución que no merezca serios reparos. Pero al mismo tiempo en que se coincide con el desmoronamiento técnico del fallo, también se va consolidando la versión de que hay sectores judiciales empeñados en que la resolución penal de primera instancia de la jueza Alejandra Rodenas, quien determinó el archivo de las actuaciones penales referidas a supuestas irregularidades en los padrones electorales, sea revocada y que se confirme la censurada resolución de Heitz, posición ésta que vendría a satisfacer las aspiraciones opositoras.
Por los desolados pasillos de la feria judicial, apenas transitados por algunos abogados y unos pocos jueces circulan, no obstante, muchas versiones y algunas de ellas no tan descabelladas como para no pensar o suponer que un escándalo de proporciones se cierne sobre la justicia rosarina y eclosionará seguramente si el deseo de convalidar lo imposible se concreta. Hasta tanto llega el alboroto que el viernes a última hora hubo un entredicho entre varios camaristas y se debió llamar a una ambulancia de emergencias médicas para que atendiera a un funcionario que tuvo una descompensación como consecuencia del altercado.
Este cimbronazo judicial va a rozar y hasta involucrar al propio gobierno de Carlos Reutemann por cuanto la presentación hecha en el marco de la ley 10.000 de intereses difusos por la oposición ñulista, y a la que hizo lugar el juez Heitz en una resolución harto cuestionada por muchos profesionales y magistrados reconocidos, fue hecha contra la Fiscalía de Estado de la provincia en su calidad de órgano de contralor de las personas jurídicas.
Para después de la feria
Un sinnúmero de acontecimientos se vienen sucediendo en los tribunales en el marco de la soledad de la feria judicial. Sin embargo, los ecos del receso difícilmente puedan ser acallados cuando el tribunal y el gobierno provincial retomen su ritmo normal en febrero. Y en el marco de estos supuestos acontecimientos una serie de interrogantes comienzan a plantearse y resuenan una y otra vez en el Palacio de Justicia ¿Es cierto que hay camaristas que anuncian la revocatoria de la resolución de la jueza Rodenas? ¿Hay políticos interesados en tal revocatoria? ¿Es cierto que el tratamiento de la causa pretende ser demorada? ¿Con qué propósito? ¿Acaso para que finalmente recaiga en un tribunal proclive a revocar la resolución de Rodenas y confirmar las reprobadas y desordenadas actuaciones del fuero civil de primera instancia? \Es de aguardar, por el bien de la Justicia rosarina y sobre todo de la gente que clama por una justicia independiente, que estas versiones carezcan de verosimilitud y no sean más que corrillos en medio de una disputa. Sin embargo, el interrogante más preocupante que se hacen los operadores judiciales y que de una u otra forma llega al ámbito comunitario es: ¿desde algún sector de la Corte Suprema de Justicia se estarían bajando líneas para propiciar la confirmación de la resolución de Heitz y la revocatoria de Rodenas? En este último aspecto cabe, sin dudas, desestimar la versión que debe ser calificada de antojadiza, interesada y disparatada, porque de ser así se estaría entonces ante una cuestión grave que pondría en tela de juicio a toda la justicia santafesina y a la proclamada independencia del Poder Judicial y obligaría al propio gobierno de Reutemann, involucrado en el tema y comprometido con el interés de la ciudadanía, a tomar cartas en el asunto y ordenar las cosas en el Poder Judicial.
Muchos juristas reconocidos sostuvieron en los últimos días que haber hecho lugar a la demanda en el marco de la ley 10.000 para suspender el acto eleccionario en Ñuls demandando a la Fiscalía de Estado de la provincia fue poco afortunado, también lo fue el hecho de que se pretendiera borrar a la propia institución y obstaculizarle el legítimo derecho de defensa con argumentos que sólo pueden tener vida en los grises y sombríos tomos de las bibliotecas (que están tan lejos de la vida cotidiana y de la gente como algunos jueces) argumentando que no es parte en el asunto. ¡Vaya paradoja judicial! Cómo si lo que estuviera en juego fuera el futuro de la Fiscalía de Estado de la provincia contra quien se entabló la demanda en el fuero civil.
La resolución de Rodenas
La resolución de la jueza de instrucción en lo penal Alejandra Rodenas desestimando la denuncia de la oposición con el claro fundamento de que una supuesta irregularidad en los padrones electorales de una sociedad con personería jurídica no podía ser tratada prima facie por la justicia penal, comprometió seriamente las aspiraciones de un sector rojinegro que -según simpatizantes de la institución- siempre perdieron las elecciones en las urnas y quieren ganarla ahora con resoluciones judiciales de magistrados ñulistas. Seguramente no es así, pero en el silencio de la feria los rumores se pasean por los pasillos del Palacio, muy cerca del corazón del parque Independencia, entre ellos el que da cuenta de la voluntad de revocar la resolución de Rodenas y confirmar lo de Heitz y por el momento nadie adopta medidas que dejen entrever lo contrario.
Lamentablemente, por diversos conductos llegan a esta Redacción versiones que hablan de charlas de políticos inspirando para que la resolución de Rodenas sea al fin revocada, de conversaciones de magistrados judiciales en el mismo sentido, mientras otros jueces que, por razones obvias deberían permanecer lejos de la causa, infelizmente para la Justicia, lejos están de adoptar esa actitud. Así, todo se vuelve muy confuso y una vez más parece tener razón la creencia popular de que la Justicia está muy lejos de ser independiente.
Peligrosamente se dilata el tratamiento urgente de una cuestión importante para el club del parque Independencia a cuyas finanzas se mantiene en vilo porque nadie puede moverse hoy en el mundo del deporte con dos o tres causas judiciales que son una espada de Damocles sobre la cerviz de la entidad. Se lleva a la mayor de las incertidumbres a sus socios y especialmente a más de 3.000 votantes que sufragaron en el anulado comicio por parte de un juez socio de Ñuls. Y en este marco no deja de ser preocupante, además, que las autoridades de la Cámara en feria permitan que la cuestión se extienda en el tiempo y que se permanezca en la más absoluta indiferencia cuando una serie de versiones advierten sobre la posibilidad de que existe la voluntad y la esperanza de que el expediente caiga en manos en el futuro de aquellos que, de antemano, se sabe cómo y de qué manera van a fallar.
La Ciudad
