Bucaramanga, Colombia. - La segunda fuerza guerrillera de Colombia liberó ayer a 45 policías y soldados capturados en combates desde hace dos años como un gesto de buena voluntad en Navidad. Según observadores, ello podría facilitar el inicio de una negociación de paz con el gobierno. La liberación de los efectivos de las fuerzas de seguridad se cumplió en una zona selvática del departamento de Norte de Santander en donde líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) los entregaron a una comisión humanitaria integrada por miembros del gobierno, la Cruz Roja y la Iglesia Católica.
Al acto de entrega también asistieron delegados de los gobiernos de Cuba, España, Suiza, Francia y Noruega, que integran el denominado grupo de países amigos, que facilita los acercamientos entre el ELN y el gobierno colombiano.
La comisión que recibió a los rehenes partió en helicópteros con distintivos de la Cruz Roja desde la noroccidental ciudad de Bucaramanga hasta un inhóspito sitio en donde se cumplió la entrega. Los efectivos liberados tras el prolongado cautiverio fueron traídos a dos sitios de esa ciudad en donde los recibieron familiares y un grupo de médicos que los sometió a varios exámenes.
Es un hecho de paz clarísimo, está indicando que el Ejército de Liberación Nacional tiene deseos, tiene vocación para adelantar el proceso de paz, dijo el procurador general de la nación, Jaime Bernal.
El ELN liberó a los militares y policías sin ninguna contraprestación a cambio, luego de una serie de conversaciones que sostuvo con el gobierno de Colombia en La Habana durante las últimas dos semanas.
Un gesto de paz de la guerrilla
Ese grupo rebelde que cuenta con unos cinco mil combatientes y que se caracteriza por sus frecuentes ataques contra los oleoductos y sistemas de transmisión de energía, busca que el gobierno le entregue el control territorial de una zona del norte del país para iniciar negociaciones formales de paz.
Analistas estimaron que luego de la liberación de los 45 efectivos de las fuerzas de seguridad, muy seguramente el gobierno accederá a esa petición y desmilitarizará una zona de unos 4.800 kilómetros cuadrados, que contará con la vigilancia de una comisión internacional.
Sin embargo, el gobierno del presidente Andrés Pastrana deberá afrontar las protestas de miles de habitantes de esa zona, que aparentemente presionados por paramilitares de ultraderecha, se oponen a que la guerrilla asuma el control.
Este es un gesto del ELN, ojalá que el país también nos acompañe en este esfuerzo de paz, de construir una patria diferente, con justicia social, con libertad, dijo el segundo comandante de esa guerrilla Antonio García, en declaraciones a la cadena radial Caracol. Desde 1999 el ELN ha presionado al gobierno con secuestros masivos como el de los 41 ocupantes de un avión y los 160 feligreses de un templo católico de la ciudad de Cali, el inicio de unas negociaciones formales de paz.
Pero pese a las negociaciones de paz, las Farc mantienen capturados 450 efectivos de las fuerzas de seguridad que buscan canjear por unos 350 rebeldes encarcelados.