Año CXXXIV
 Nº 48.978
Rosario,
domingo  24 de
diciembre de 2000
Min 16º
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India sobrecarga los sentidos

Mirta Fussi (*)

La India de hoy es una extraña mezcla de realidades que ningún guía de viajes puede reflejar. Por eso creo que es válida la expresión de que lo que cada uno de nosotros hizo no fue un viaje sino una experiencia en la India, que es única e irrepetible.
Se trata de un país increíble, donde los taxistas llevan estampas de Kali en sus vehículos para que los ayude en el tránsito infernal de las ciudades en las que se mezclan los bici-riksaws con modernos autos japoneses y vacas indiferentes que cruzan por cualquier parte.
Un país tan increíble que une a sus mil millones de habitantes, índices de pobreza extrema y avances tecnológicos que le permiten tener su propio Silicon Valley en Bangalore y plantas nucleares en las montañas, a poca distancia de los fuegos rituales ofrecidos por los sadhus peregrinos.
Un guía de viajes intentaría poner orden en un país de por sí caótico en cuyas ciudades se pueden experimentar variados sentimientos de irritación y frustración, los que son instantáneamente barridos al entrar en la paz de alguno de sus numerosos ashrams.
La India es una verdadera sobrecarga a los sentidos. Con los fuertes aromas de los sahumerios se mezclan los sabores de las variadas especias, la luz radiante de un sol de verano a más de 40 grados de temperatura y los ruidos de la naturaleza combinados con los sonidos de una multitud siempre despierta, siempre en movimiento, siguiendo los vaivenes de un estado de perpetua ebullición. Alguno se preguntará cómo se conjuga todo esto con las enseñanzas y la paz que transmiten los diversos estados de iluminación yóguica. Como se dijo al principio, India es un país de contrastes y es inútil tratar de explicarla, tampoco creo que alcance toda una vida para entenderla.
Desde el punto de vista de la capacitación en yoga, la India fue una experiencia única, pero sería una exageración pensar que por haber vivido un par de semanas en contacto directo con las fuentes del yoga se haya podido abarcar aunque sea una mínima parte de ese inmenso caudal de conocimientos acumulado en milenios de desarrollo.
(*) Profesora de yoga


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