Año CXXXIV
 Nº 48971
Rosario,
domingo  17 de
diciembre de 2000
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De la Coca Cola al té de coca
Los indios Nasa, de Colombia, proponen exportar coca en saquitos y aseguran que la infusión es rica en vitaminas y podría resolver la crisis alimentaria regional

Juan Salinas

Los indios Nasa de la reserva de Calderas en Tierradentro, en el departamento de Cauca, Colombia, están muy preocupados por la guerra civil que asola el país y proponen, a fin de combatir el uso ilícito de los cultivos de coca, extender la utilización legal de las hojas de coca en forma de tisanas e infusiones aromáticas, las que han comenzado a colocar con éxito en las ciudades colombianas.
Con la consigna de erradicar a los narcotraficantes de sus tierras, los nasa, también conocidos como paeces, se lanzaron a fabricar con las hojas del arbusto sagrado de los Incas saquitos como los de té, con importante aceptación. Hasta el punto de que empresas de la zona regalarán en estas fiestas cajas de saquitos para preparar té o mate de coca.
Los saquitos de coca aromatizada no pueden, al menos por el momento, exportarse fuera de Colombia, pues las autoridades sanitarias no les han otorgado todavía el permiso que permita su comercialización masiva, pero los indígenas se muestran muy esperanzados en que el gobierno de Bogotá otorgue dicho permiso a la brevedad.
Las razones de su entusiasmo son evidentes: la planta de coca, que crece en las yungas, valles calientes y húmedos de la ladera oriental entre los mil y los dos mil metros de altura sobre el nivel del mar, puede vivir 40 o más años y ofrece entre tres y cuatro cosechas anuales, para lo que se requiere una mano de obra intensiva, lo que da ocupación a la mayoría de los indígenas entre quienes las técnicas de cultivo y recolección están ampliamente difundidas y enraizadas.
Los defensores de la coca destacan sus propiedades vitamínicas y su riqueza de oligoelementos en estado natural, hasta el punto de sostener que, de ser convenientemente industrializada, podría incluso resolver cualquier crisis alimentaria regional.
El consumo de coca, ya sea mascada con bicarbonato (el tradicional acullico del norte argentino) o como té o mate de Coca está ampliamente difundido entre los descendientes de quienes en épocas precolombinas formaron parte del Imperio Inca.
Los indios nasa destacan que en su cultura, la coca, ya sea en té o mascada, es ingerida indistintamente por adolescentes, adultos y ancianos y atribuyen a este consumo la baja incidencia de enfermedades cardiovasculares y de caries en su población.
Los indios nasa destacan también que el riesgo de desarrollar adición a través de la infusión es ínfimo, pues serían necesarias más de 500 bolsitas para obtener un gramo de la droga y añadir que aun si alguien pudiese beberse el té concentrado de los 500 saquitos, necesitaría para ello un tiempo tan prolongado que no permitiría concentraciones susceptibles de provocar psicoestimulación al punto de lograr trastornos de conducta.
El té de Coca tiene propiedades digestivas, circulatorias, antifatigantes y anti-estrés, con ligeros pero significativos efectos estimulantes del estado de ánimo. Puede tomarse a cualquier hora del día y preferentemente después de las comidas como estimulante estomacal. También está indicado en caso de indigestiones, cólicos y estados diarreicos. Y su contenido en vitaminas y pligoelementos hacen de él un complemento nutritivo.
Como cualquier otro té, se prepara depositando uno o dos saquitos en una taza, preferentemente de cerámica o vidrio y verter agua hirviendo. La taza debe ser tapada de inmediato con un plato a fin de condensar los vapores muy concentrados en componentes volátiles, y así reincorporarlos a la infusión. Después de dejar reposar cinco minutos, se quitan los saquitos, se endulza a gusto y se bebe.



Pocas alternativas a la erradicación de la coca.
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