Año CXXXIV
 Nº 48.960
Rosario,
miércoles  06 de
diciembre de 2000
Min 19º
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Desayuno solidario para indigentes en plaza Once
Más de cien personas recibieron alimentos de una ONG en adhesión al Año del Voluntariado

Más de un centenar de indigentes se reunieron en la mañana de ayer en la plaza Once en un desayuno solidario ofrecido por la Legión de la Buena Voluntad, una organización no gubernamental que quiso, de esta manera, adherir al lanzamiento del Año Internacional del Voluntariado. Bajo un sol radiante que cubría la plaza Miserere, los voluntarios comenzaron a repartir vasos de café y mate cocido, con medialunas, acompañados por gestos y palabras de consuelo.
El lanzamiento del 2001 Año Internacional de los Voluntarios, proclamado por las Naciones Unidas, se celebró ayer en todo el mundo y en la Argentina el comité nacional organizó una jornada en la sede de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. El lanzamiento oficial lo formalizó la ministra de Desarrollo Social y Medio Ambiente, Graciela Fernández Meijide, y el decano de la Facultad de Derecho de la UBA, Andrés D'Alessio.
La asamblea general de la ONU proclamó al 2001 como el Año Internacional de los Voluntarios, con el objetivo de focalizar la atención en torno a la temática del voluntariado, a fin de fortalecer los diferentes aspectos que involucra.
Hombres, mujeres y niños recibieron su desayuno y, en silencio -como si fuera una ceremonia- se sentaron unos junto a otros en los bordes de la plaza.
Las historias se uneron así por el hilo invisible de la desesperación. Como en el caso de Amanda, una uruguaya de 52 años -con catorce hijos, dijo con naturalidad-, que desde hace tiempo deambula por las calles de la Capital Federal buscando un poco de caridad. Mis hijos no me quieren y yo hice todo por ellos. Y eso que mi marido me mataba a palos, apuntó sin apartar sus ojos de una medialuna a medio comer. Agradezco a esta gente, pero lo que quiero es trabajar. Ve ese hotel de enfrente, ahí con dos pesitos me baño y cambio de ropa, pero eso no es vida.
Mabel Pilar Luminero, de 36 años, comentó en voz baja: Usted no saca fotos, por eso hablo, a nosotros no nos gusta que vengan a mirarnos como si fueramos animales, recalca con cierta desconfianza. Como todos, pidió trabajo.
La mujer miró a los voluntarios que trabajaban sin descanso y comentó que estas personas son muy buenas porque se acuerdan de nosotros, pero la gente común es muy rígida, muy mezquina, ser tan egoísta es muy malo.
Es la ley del hombre la que nos sacó el trabajo, sentenció Jorge Solano López. No es Dios sino el hombre el que nos rechaza. Yo tengo 46 años y me consideran un viejo, pero doy gracias a Dios que gente como la de la Legión de Buena Voluntad se preocupe por la necesidad del pueblo y de los abandonados en la calle.
Una queja general se escuchó, acerca de los robos de los que -con frecuencia- son víctimas, en los que pierden sus pocas pertenencias y en muchos casos sufren golpes y maltratos. Tenemos miedo pero la policía no nos protege, sostuvieron.


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