cartas

Una luz entre la vida y la muerte

Cuando muchas puertas se nos cerraban, una luz de esperanza surgió y mi hijo fue operado cuando se encontraba en el límite entre la vida y la muerte. Pero el destino, que siempre nos tira un salvavidas, puso en nuestro camino un grupo de gente que dio vuelta todo lo que hasta allí acontecía. Hoy mi hijo está en la etapa de recuperación y yo no tengo más que agradecimientos a quienes hicieron esto posible. A los doctores Alejandro Ferrer, pues en sus manos se hizo la diferencia a favor de la vida del chico; Mario Juanto, por su profesionalidad; Daniel Vercesi, porque me demostró que en la profesión médica también hay seres humanos; Marta y Mabel del CUF; al personal y alumnos de la Escuela L.M. Drago, junto a nosotros. Y por fin, al personal del Hospital de Niños Vilela, por la atención recibida. Esto no es más que el reconocimiento de un padre agradecido que escribe en nombre de su familia.
Daniel Bilsky