Año CXXXIV
 Nº 48.960
Rosario,
miércoles  06 de
diciembre de 2000
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Se estrena mañana en Rosario. Es la apuesta fuerte de Disney para el verano
102 dálmatas: otra pesadilla para las narices frías
Glenn Close vuelve a interpretar a la malvada Cruella De Vil acompañada por Gérard Depardieu

Fernando Toloza

Para el fin del año los estudios Disney se guardaron una de su mejores cartas bajo la manga, algo necesario teniendo en cuenta el impacto de Dinosaurio durante las últimas vacaciones de invierno. Esa carta era la segunda parte de 101 dálmatas, titulada 102 dálmatas y que se estrena mañana en los cines de Rosario, con la promesa de convertirse en uno de los éxitos del verano.
La película cuenta nuevamente con Glenn Close en el papel central de la malvada Cruella De Vil. La gente de Disney sabía que ese era el requisito indispensable para lanzarse a la secuela. 101 dálmatas se estrenó en 1996 y en su primer fin de semana de exhibición en las salas de los Estados Unidos recaudó 45 millones de dólares y 319 millones a nivel mundial. Eso sin contar las ventas por productos promocionales de la película. No hubiéramos hecho está película sin Glenn Close, declaró uno de los productores.
El director convocado fue Kevin Lima. Tenía una gran contra: jamás había dirigido un filme con personas. Pero tenía un enorme crédito sobre sus espaldas: haber dirigido Tarzán, uno de los grandes éxitos de la Disney en los últimos tiempos. Lima quería hacer dirección de actores. Sin embargo, el reto de dirigir a Glenn Close la parecía demasiado grande para un debutante: Las rodillas me temblaron cuando pensé que iba a dirigir a Glenn Close en el papel de Cruella. Yo había trabajado con grandes actores dirigiendo sus voces en animación, pero trabajar con Glenn durante seis meses en una papel que ella había creado y conocía mejor que nadie, era un gran reto, confesó Lima.

La historia de los hijos
En 102 dálmatas los protagonistas son el dálmata Dipstick, su compañera Dottie y sus tres cachorros Domino, Little Dipper y Oddball, uno de ellos completamente blanco, gracias a los efectos especiales. Dipstick es hijo de los originales Pongo y Perdy, la pareja canina que sufría los embates de Cruella en la primera parte, y antes en el dibujo animado La noche de las narices frías.
El productor Ed Feldman tuvo la idea de llamar al film 102 Dálmatas. Fue sólo una idea que a todos les pareció brillante, pero no había ninguna justificación para que la secuela se llamase así. Y por lo tanto, hubo que ponerse a trabajar en el guión y hallarle la vuelta al título.
De esa manera, la historia trata sobre una Cruella reformada que cae nuevamente en la locura de hacerse un tapado con las pieles de los cachorros. Esta vez la prenda tiene que ser excepcional y la villana necesita una piel extra, el famoso cachorro 102.
Cruella es acompañada en sus planes por un amante de las pieles francés, Jean Pierre Le Pelt. El papel está a cargo de Gérard Depardieu. Nuevamente el productor tuvo la idea. En mis películas si hay un malvado francés, lo tiene que hacer un francés y no un actor inglés o estadounidense usando acento, dijo Feldman.
Close quería que el escritor Tom Stoppard, premiado con un Oscar en 1999 por Shakespeare apasionado, se hiciera cargo del guión. Sin embargo, el director de la película, Kevin Lima, decidió trabajar con Bob Tzudiker y Noni White, quienes lo habían acompañado en el filme animado Tarzan.
Sólo tuve un mes para prepararme antes de iniciar el rodaje del filme, y decidí que debía hacerlo con gente que conociera de antemano, dijo Lima para justificar su negativa a que el prestigioso dramaturgo inglés escribiese el guión de 102 dálmatas. Sin duda una decisión que parece atendible, pero una es verdadera lástima no ver qué habría hecho Stoppard con el clásico de Disney.

La diversión del mal
Glenn Close conocía a la perfección al personaje de Cruella, pero no pudo resistirse a volver a desempeñarlo. En «101 dálmatas» aprendí que cuánto más mala era, más divertida era. A los niños les da miedo Cruella, pero también los hace reír. Es como los personajes malvados de todos los cuentos infantiles, que muestran a los niños el lado oscuro de la vida. Los niños saben que la maldad existe y les da miedo. Quieren mirar dentro de esa oscuridad sabiendo que serán rescatados, dijo Close para mostrar la claridad que tiene sobre su personaje.
Para que los niños entiendan que hay bondad y luz, tienes que mostrarles un elemento verdaderamente malvado, que tradicionalmente es femenino, como una bruja o una malvada madrastra. Creo que Cruella sigue la tradición de los cuentos, añadió la actriz.
En ese punto director y actriz estuvieron de acuerdo. Kevin Lima dijo que los niños sienten la alegría de la historia después de experimentar el otro lado, el miedo. En «102 dálmatas» si los cachorros pueden vencer el mal, los niños sienten que ellos también pueden, resumió Lima.

La hora carnal
Para Lima, un veterano del mundo de la animación, 102 dálmatas es su primera película con actores de carne y hueso. Según Close, Lima fue contratado a último minuto, después de que el cineasta Stephen Herek, director de 101 Dálmatas, desistió de hacer la secuela.
Cansado del largo y agotador proceso de animación, Lima aceptó el reto ansioso por convertirse en un director de películas convencionales, las cuales llevan un año o año y medio de trabajo de producción. Su esposa, Brenda Chapman, codirectora del film animado El príncipe de Egipto, accedió a detener su carrera y mudarse a Londres para acompañar a su marido en la nueva tarea.
Close ya había trabajado con Lima, dando vida con su voz a Kala, la madre gorila de Tarzan. Creo que le costó mucho adaptarse a estar en un verdadero set. Pero me quedé asombrada por su humildad. Cuando no sabía algo, no pretendía saberlo. Creo que esto fue lo que le permitió hacer un buen trabajo, explicó la actriz.
Otro de los mayores retos fueron los cachorros. Lima quería en lo posible hacer la mayor cantidad de tomas con los verdaderos perritos, en vez de utilizar constantemente la ayuda de las computadoras. Uno no puede hacer sonreir a un dálmata, pero si se puede insinuar una sonrisa con sus poses, comentó Lima.
Los productores utilizaron un total de 80 cachorros dálmata, de ocho semanas de edad. Fue muy difícil para los actores concentrase en sus actuaciones, sin saber qué harían los perritos. Ellos sabían que si el cachorro hacía lo que queríamos, esa sería la toma que utilizaríamos en el film, dijo el director.
A la hora de editar, Lima se enfrentó a una dura realidad: no se pueden recrear escenas de la misma forma que se puede hacer con dibujos animados. Fue sumamente frustrante tratar de dar continuidad a tres historias simultáneas: la pareja de dálmatas, la relación entre Cruella y Le Pelt y el romance entre los protagonistas humanos (Alice Evans y Ioan Gruffudd), afirmó.
Me di cuenta muy tarde que estaba intentando transmitir demasiadas historias en una sola película, confesó el cineasta. Sin embargo, el filme apunta alto y promete desbordar las taquillas argentinas. Los chicos premiaron a la primera parte. Tan esclarecido público juzgará ahora a la segunda. La dupla central de actores es un regalo para padres, quienes sin duda comenzará a desembolsar pesos en época de crisis para esta nueva arremetida de los perritos, que ya demostraron ser especialistas en vaciar los bolsillos. Después de gastar, a los padres les quedará el consuelo de haber visto a dos de las grandes estrellas del cine.



Cruella no olvidó sus gustos por las pieles.
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