Año CXXXIV
 Nº 48949
Rosario,
sábado  25 de
noviembre de 2000
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El presidente estuvo algunos minutos en Rosario y criticó a las CGT
De la Rúa: "Qué sé yo qué es el modelo"
El jefe del Estado señaló que la medida de fuerza fue más aparatosa que efectiva y defendió la política oficial

Lucas Ameriso

El presidente de la Nación, Fernando de la Rúa, estuvo durante breves minutos en Rosario, desde donde emprendió una recorrida en helicóptero por la zona de desastre de Cañada de Gómez. Desde el aeropuerto de Fisherton, el jefe del Estado cargó con dureza contra la medida de fuerza impulsada por las tres centrales obreras: Este paro tiene todo el amedrentamiento y el temor; ha sido más aparato que efectivo y la gente está en contra de parar.
De la Rúa voló desde Capital Federal a Rosario a bordo del Tango 02, junto a la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, y un grupo de funcionarios nacionales, con quienes sobrevoló Cañada de Gómez, que el pasado miércoles fue arrasada por un temporal que dejó tres muerto y una veintena de desaparecidos.
Visiblemente contrariado por el paro nacional, el primer mandatario fustigó a los caciques sindicales que impulsaron la protesta al indicar que no dicen qué quieren cambiar, porque -analizó- que no existían motivos para llevar a cabo la tercera huelga que tuvo que soportar su administración en menos de un año de gobierno.
La gente está en contra de parar, quiere trabajar y que nos levantemos y vayamos hacia adelante; pero se les mete miedo cuando circula un colectivo y le rompen el parabrisas, subrayó el presidente.
Sobre los niveles de acatamiento de la medida impulsada por ambas CGT y la CTA, De la Rúa consideró evidente que no ha habido una movilización importante, porque -aseguró- es un paro sin sentido y no existían motivos.
Sobre este punto, optó por criticar la medida de fuerza al recordar que el paro lo empezaron porque venía una misión del Fondo Monetario Internacional, y al final no venía. Después dicen que es contra el modelo, qué sé yo qué es el modelo, sorprendió el jefe del Estado.
Luego cargó también contra los que paran para protestar por la desregulación de las obras sociales, porque la gente está a favor de la iniciativa del gobierno, aseguró.
-¿Creen que lo dejan gobernar con estos paros?
-Es al país al que están dañando. Yo sigo gobernando y trabajando para la gente. Estamos aplicando el programa de la Alianza, que es para el crecimiento y el trabajo, para la educación y la Justicia. Tenemos un compromiso con el pueblo, de modo que mantenemos muy claro la línea que está en nuestro programa, y lo ratificamos.
Como tantas veces, De la Rúa optó por responsabilizar a la herencia menemista de la crisis social que atraviesa la Nación: En diez años se generó un crecimiento inequitativo, se generaron focos de desempleo y sufrieron mucho las pequeñas y medianas empresas.
En tal sentido, se lamentó: Ojalá pudiéramos con un solo acto de decisión terminar con el desempleo y la pobreza cuando es tan grande el mal que se ha hecho.
Pero, antes de abordar el helicóptero el presidente volvió a referirse al tema del día, la medida de fuerza dispuesta por el gremialismo. No se apresuren, no se dejen llevar por los eslóganes con los que se hacen este paro, les aconsejó De la Rúa a los periodistas locales, y agregó: La Alianza ratifica su compromiso con la gente, porque estamos cerca de ella.
-¿Los sindicalistas no piden un cambio de rumbo económico?
-No dicen qué quieren cambiar. Todos queremos más empleo, y para eso es necesario crecer y desarrollarse, alentar la inversión, tener crédito; que pueda haber más crédito hipotecario para que la gente pueda tener su vivienda. Por eso hemos puesto en marcha el plan federal de infraestructura, que lo hemos hecho con un fondo fiduciario.
Muchachos, vamos a crecer, con optimismo, fue la frase que eligió De la Rúa para despedirse de la prensa antes de abordar el helicóptero que lo esperaba con el motor encendido.


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