Año CXXXIV
 Nº 48.945
Rosario,
miércoles  22 de
noviembre de 2000
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Gravísimos incidentes entre empleados públicos y la policía provincial
La capital cordobesa también tuvo un día de furia por la crisis social
Hubo heridos, detenidos e importantes daños tras el intento de ocupar por la fuerza el Palacio Municipal

Una decena de heridos, once detenidos y destrozos de consideración fue el saldo de la refriega entre trabajadores municipales y policías, que se desencadenó durante un intento de ocupación gremial del Palacio Municipal de la ciudad de Córdoba. El desenlace violento estaba casi cantado luego de las tres virulentas protestas que los municipales habían organizado contra la gestión del intendente Germán Kammerath, situación que hoy podría repetirse ya que habrá otra asamblea sindical.
En una jornada muy caliente para las autoridades cordobesas, los trabajadores estatales nucleados en el Sindicato de Empleados Públicos (SEP) también se manifestaron y marcharon hacia la Casa de Gobierno provincial en repudio al desdoblamiento horario, y le entregaron un petitorio al gobernador José Manuel de la Sota.
Los incidentes en el Palacio 6 de Julio, donde funciona la Intendencia, se originaron temprano, cerca de las 7.30, cuando alrededor de medio millar de delegados del Sindicato Unido de Obreros y Empleados de la Municipalidad (Suoem) decidieron en asamblea ocupar pacíficamente el edificio para profundizar el plan de lucha contra la política de Kammerath que, según el gremio, perjudica a los trabajadores por la tercerización de servicios.
Cuando la policía se percató de que los dirigentes comenzaban a cerrar las puertas del edificio para hacer efectivo lo aprobado en la asamblea, algunos agentes intentaron ingresar y empezaron los empellones, forcejeos y la rotura de vidrios.
Los uniformados finalmente entraron al espacioso salón de la planta baja del edificio y desde los pisos superiores les lanzaron toda clase de elementos contundentes: sillones, máquinas de escribir, computadoras y hasta matafuegos.
Esto, más un principio de incendio, amplió la furia policial y quienes se resistían a abandonar el lugar recibieron bastonazos de todos lados. Algunas mujeres fueron atacadas por perros entrenados.
Apenas pudo controlar la situación, una gran cantidad de policías se apostó en las afueras del edificio, mientras adentro se negociaba una suerte de asueto para quienes quisieran abandonar el palacio municipal.
En esos momentos llegaron al lugar unos 200 trabajadores de la repartición municipal Alumbrado Público, que comenzaron a arrojar piedras contra las fuerzas del orden. Muchas de ellas impactaron en los cristales del edificio, provocando enormes destrozos. La policía volvió a recurrir a los disparos de balas de goma y el lanzamiento de gases lacrimógenos. Los trabajadores se dispersaron por las calles céntricas adyacentes y siguieron resistiendo, reagrupándose en las esquinas para volver a atacar con proyectiles.
No sin poco esfuerzo, la calma se fue restableciendo en el centro cordobés y por la tarde fueron liberados los detenidos al tiempo que se convocaba a otra asamblea para hoy.
Según la policía, durante la refriega cinco de sus efectivos resultaron heridos y el gremio aseguró que el mismo número de trabajadores debió ser atendido en el Hospital de Urgencias.
Todos los heridos -ninguno de gravedad- sufrieron lastimaduras por impactos de balas de goma, golpes, y principio de intoxicación a causa de los gases.
Si bien la fuerza de seguridad indicó que hubo cuatro detenidos, y los identificó como los dirigentes sindicales Félix Toledo, Alberto Hernández, Carlos Ponce y Mario Romero, fuentes sindicales indicaron en cambio que los arrestados sumaron 11, contando algunos activistas.

Planteo al gobernador
Los empleados estatales marcharon luego hasta la Casa de Gobierno y le entregaron a De la Sota un petitorio en el que reclamaron que se deje sin efecto el desdoblamiento horario en turnos mañana y tarde.
De la Sota explicó que hay algunos dirigentes sindicales que están sin saber interpretar la necesidad de brindarle servicios a la gente. José Pihen, titular del gremio y diputado provincial por el PJ, replicó que el gobierno provincial inventó un sistema de horario rotativo que para lo único que sirve, sin estar autorizados por ninguna disposición, es para no trabajar, para rajarse después de haber marcado tarjeta, de modo de hacer la avivada criolla.



Las protestas podrían repertirse hoy.
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