En la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se dicta desde 1922 la carrera de agrimensura, y a pesar de esa larga trayectoria, no se caracteriza por ser muy concurrida. Paradójicamente, los graduados en esta actividad son cada vez más solicitados y tienen una muy buena salida laboral. Tanto es así que hay estudiantes que luego de finalizar el ciclo básico, es decir el tercer año, pueden acceder a trabajos temporarios o pasantías, ya que la carrera tiene una estructura que permite al alumno estudiar y trabajar. Aldo Mangiaterra, director del área de geotopocartografía de esa disciplina, puntualizó que en los últimos tres años ha aumentado y se ha mantenido el nivel de ingreso, el cual ronda entre los 30 y 40 aspirantes por año.
Las principales funciones de un ingeniero agrimensor son las de obtener, producir y administrar información territorial, es decir, medir o sacar los datos de una imagen satelital; realizar documentos, planos, mapas y la cartografía, y concretar una interrelación geográfica que permite la correlación de diferentes tipos de información. También, la administración de la información territorial permite una proyección concreta. Por ejemplo, con un programa de computación se puede vincular la densidad de una población, con redes de servicio y nivel de educación, siempre y cuando todo esté referido a un único sistema espacial, donde la agrimensura se constituye en una herramienta esencial.
Disfrutar de la profesión
En ese marco, Mangiaterra destacó el costado inusual que deviene de la labor del agrimensor y trazó una especie de perfil profesional. Hay que tener cierta predilección por el contacto con la naturaleza, una predisposición por el cálculo matemático, el trabajo en computadoras y los temas legales, y por último, un espíritu gitano en el sentido de asentarse un tiempo en un lugar y, a las pocas semanas, trasladarse a otro diferente. Los pacientes van a consultar al médico, pero los terrenos no se trasladan, señaló.
Una de las actividades principales de la profesión es la mensura. Cuando hay que subdividir o unificar terrenos, o si se realiza una ruta y hay que delimitar cuánto se expropia y cuál es el valor, hay que recurrir a la mensura, aclaró Mangiaterra.
En la actualidad, con el desarrollo de nuevas tecnologías, el agrimensor se vale de diferentes instrumentos de medición, pero se apoya en los aparatos ópticos y los computarizados que apelan a los datos satelitales, que proporcionan las imágenes en un marco de posicionamiento con las coordenadas de latitud y longitud. Para esa operación, se ha popularizado el empleo del GPS (siglas en inglés del Sistema de Posicionamiento Global), que es una computadora que marca sobre un mapa la ubicación del operador que lo utiliza.
La agricultura de precisión
Otra de las áreas en que trabaja un ingeniero agrimensor es en la agricultura de precisión. El suelo es un elemento variable, no homogéneo en una gran cantidad de superficie. Antes se calculaba según un promedio, esto significa que en un determinado tipo de tierra conviene sembrar tal cantidad de semillas. Ahora, con GPS se va registrando cuánto se cosecha cada 10 metros y se obtiene un mapa de los rendimientos, lo cual permite a un ingeniero agrónomo estudiar qué ocurre en determinadas zonas. Después se programa una dosificación puntual, ya no promedio, esto ocurre tanto con las semillas como con los fertilizantes, manifestó Mangiaterra.
El ingeniero agrimensor determina el apoyo y construcción de las estructuras geométricas implícitas en todo tipo de obras de ingeniería, la generación de cartografía temática y de sistemas de información georeferenciados. Las distintas facultades en que se dicta la carrera de agrimensura pretenden unificar la currícula de enseñanza y el título de ingeniero agrimensor en la Argentina. Además que existe una igualdad tanto en la duración (5 años), como en la carga horaria, 3.750 horas anuales.
Para mayor información sobre la carrera dirigirse a la Facultad de Ciencias Exactas, Pellegrini 250, o comunicarse al teléfono (0341) 4802-649.
La Ciudad
