Año CXXXIV
 Nº 48.944
Rosario,
lunes  20 de
noviembre de 2000
Min 11º
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Cartas de lectores
Reivindicar al docente

Hace unos años, en una charla que desarrolló el psicopedagogo Emilio Luna, lo escuché decir: Los docentes se preguntaron alguna vez por qué los niños ingresan con muchas ganas y gran alegría a la escuela y antes de terminar la primaria, ya la odian y no quieren concurrir más. Yo ahora, en el final de mi carrera, les digo a las autoridades: ¿ustedes se preguntaron alguna vez por qué los docentes ingresamos al sistema educativo con grandes esperanzas y todas nuestras ilusiones puestas en el camino que emprendemos y mucho antes de cumplir los requisitos necesarios para ello ya estamos soñando con poder jubilarnos lo antes posible? Esta es la realidad que yo pude palpar a través de 33 años de servicio y con todas mis ilusiones frustradas. Los docentes luchamos contra molinos de viento y por más que nuestro gremio se esfuerce no puede hacer mucho contra los decretazos como el 065 y el 066 de la primera época de Reutemann y los que quieren imponer ahora. Al retirarme de la docencia, luego de 33 años idealizando una causa y luchando por ella, les aconsejo a todos aquellos que comienzan que luchen en su escuela y en su gremio sin temor y sin dejarse avasallar por aquellos que, esporádicamente, ocupan cargos. Sólo así volverán personas que hagan de la docencia su estandarte de lucha, para que nuestros niños tengan una escuela mejor.
Estela Silvia Lijtmaer


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