Año CXXXIV
 Nº 48.944
Rosario,
lunes  20 de
noviembre de 2000
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Critican a la reina inglesa por estrangular a un faisán
Los grupos protectores de animales se indignaron con la reacción de Isabel II durante una jornada de caza real

La reina Isabel II de Inglaterra fue ayer el centro de atención de los medios en su país tras publicar el periódico Sunday Mirror fotos en las cuales se la ve rompiéndole el pescuezo a un faisán herido de un disparo. Las asociaciones protectoras de animales reaccionaron con indignación. La escena se habría producido anteayer durante una jornada de caza en la propiedad real de Sandringham, indicó el rotativo.
La monarca le habría quitado el pájaro herido a uno de sus perros labradores y luego le rompió el pescuezo. Para tener ambas manos libres, sostuvo su bastón debajo del brazo.
Era evidente que no era la primera vez que le rompía el pescuezo a un faisán, dijo un testigo ocular. Durante la temporada de caza en Sandringham son matados cada día unos 200 faisanes, añadió. La Liga contra deportes crueles acusó a la jefa de Estado de crueldad. Hay que dudar de la capacidad de discernimiento moral de la reina cuando se ve cómo le divierte matar a criaturas inocentes, dijo el portavoz Steve Rackett.
Penny Little, vocera de la organización Protejan a nuestros animales salvajes, criticó: La familia real goza de privilegios increíbles, y creo que es trágico que no haga nada mejor con su tiempo que matar faisanes, mientras que Ingrid Seward, jefa de la revista real Majesty, defendió a la reina: A veces, cuando alguien no sabe disparar muy bien, el pájaro no muere con el primer disparo. En esa situación, ella hizo algo humano, romperle el cuello.
Algunas veces el faisán es matado con una piedra, añadió. Pero romperle el cuello es el método más efectivo. La afición por la caza de la familia real ya fue criticada en otras ocasiones. Así, el príncipe Carlos llevó hace unos meses a sus dos hijos, Guillermo y Enrique, a cazar zorros, a pesar de que el gobierno laborista de Tony Blair prepara una prohibición legal de esta práctica. La actuación de Carlos fue considerada en ese entonces una afrenta contra el primer ministro.


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